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Todos estos delincuentes habrían caído por culpa de un error casi ridículo. El Crio. Marcelino Espinoza, jefe de Investigaciones de Central, comentó que fue con base en las averiguaciones de un caso de robo a un local de González Giménez, donde el actuar de los delincuentes quedó registrado en imágenes de circuito cerrado, sin embargo un elemento fundamental para los investigadores fue un teléfono celular hallado el sitio.
Primeramente hay que destacar que los mismos operaban con la modalidad de “cortineros”, es decir, forzando las cerraduras de las cortinas metálicas de los comercios, dedicados principalmente al rubro de electrónicos e informática.
Es casi contradictorio que en el robo perpetrado al mencionado local comercial el pasado 6 de febrero los delincuentes se hayan alzado, además de dinero en efectivo, con celulares de alta gama por un valor estimado de G. 40 millones, sin embargo olvidaron en la escena del crimen un celular suyo, lo que encaminó la detención de los presuntos implicados. Todo esto sumado obviamente al análisis técnico de otras evidencias como las huellas dactilares y las imágenes de circuito cerrado.
Es así como los datos dirigieron a la Policía a allanar primeramente una vivienda ubicada en una zona denominada Poncho Pytã, en la quinta compañía Yataity de Capiatá, donde detuvieron a Alberto Pastor Duarte Benítez, presunto cabecilla de los cortineros, y a su presunto cómplice Cristian Rodrigo Ibarra. Ambos poseen antecedentes.
En el sitio se incautaron de numerosas evidencias, tales como una variedad de aparatos celulares, vestimenta similar a la utilizada en los robos y balas sin percutir, así como dinero en efectivo.
Esta intervención motivó otro allanamiento a tres viviendas aledañas cada una en la zona denominada compañía Toledo de Capiatá, donde se logró la detención de Éver Domingo Brizuela, sindicado como reducidor de esta banda de asaltantes. También se detuvo en el sitio a Sergio Daniel Acosta, quien intentó huir de los intervinientes pero fue detenido, a Antonia Brizuela Caballero, con antecedentes por reducción, y a Valentín Antonio Campos Vera, otro presunto ladrón.
En estas viviendas fueron encontradas, además de varias evidencias que serían fruto de los robos y del tráfico de drogas, armas de fuego, y estupefacientes varios, tales como crack y marihuana, que presuntamente eran comercializados regularmente en la zona por los dueños de casa. De hecho, un grupo de jóvenes presuntamente adictos atacaron a la comitiva policial, pero fueron aprehendidos con apoyo de agentes del Grupo Lince.