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Escombros, aulas destechadas, techos con goteras, ventanas rotas y yuyales se encuentran al llegar a la escuela San Marcos del barrio La Blanca de esta ciudad. Días atrás, un grupo de docentes se reunió con la directora para planificar el año escolar. Concluyeron que por lo menos para el primer trimestre del año tendrán que recurrir obligatoriamente a las clases virtuales, no precisamente por la pandemia del Covid-19, sino por la falta de infraestructura.
Esta escuela es una de las tantas afectadas por la nula ejecución de los recursos de Fonacide durante todo el 2020. El intendente Miguel Prieto Vallejos había reconocido la falencia y dispuso cambios en el Dirección del Área Urbana.
Unos G. 17.000 millones de este fondo no se ejecutaron el año pasado, tiempo en que se pudo aprovechar para hacer las refacciones y construcciones, pues las clases presenciales estaban suspendidas.
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La adjudicación para la reparación de aulas y construcción de otras nuevas en esta escuela se concretó en octubre del año pasado, mediante la licitación 14/19. La empresa favorecida fue la firma San Francisco Emprendimiento S.A, representada por Richar Samuel López Cantero.
Unos de los lotes es para la reparación de tres salas que tenían graves problemas de fisuras y goteras. El monto de la adjudicación es de G. 250.844.406 y las obras recién comenzaron hace unos días, por lo que no culminarán para el inicio de clases. Mientras se realiza la reparación, todos el mobiliario está amontonado en otras salas que también tienen problema de filtración de agua, por lo que tampoco se pueden utilizar.
En ese mismo llamado, la misma empresa fue adjudicada para la construcción de dos nuevas aulas sobre una losa ya existente. Es para el Nivel Inicial y el Noveno Grado, que fueron creados en el 2019 y no tienen salas. En este lote el monto de la adjudicación es de G. 215.089.695, pero los trabajos ni siquiera comenzaron.
Según el contrato firmado entre la citada firma y la comuna esteña, los plazos establecidos para la ejecución de las obras son de 120 días para la reparación y de 90 días para la construcción de aulas, contando desde las 48 horas posteriores a la fecha de la orden de inicio de la obra.
La vicedirectora de la institución, Isidora Ocampos Peralta lamentó que no se haya aprovechado el año pasado para terminar las reparaciones. “Hace tres años se pidió la reparación, hicimos muchos reclamos. Hubiera sido bueno que se aprovechara el tiempo que la escuela estaba libre de alumnos”, expresó.
La escuela cuenta con unos 600 alumnos desde el Nivel Inicial hasta el Noveno Grado. Además de las obras ya citadas, urge de un cercado perimetral y la limpieza del patio, pedidos que también ya hicieron llegar a las autoridades locales.
