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El Instituto de Previsión Social (IPS) tuvo que recurrir a un nuevo préstamo para poder cubrir pendientes con sus proveedores. Esto debido a que los ingresos del ente previsional fueron seriamente afectados el año pasado por la crisis económica derivada de la pandemia, situación que impidió cubrir los compromisos con el flujo de caja.
Al respecto, el analista financiero Amílcar Ferreira opinó que tratándose de una situación inusual como se dio el año pasado con la pandemia del covid-19, es comprensible; ya que la crisis afectó a miles de empresas que tuvieron dificultades para pagar los compromisos por el bajón de sus ingresos, además se dio un tiempo de carencia de pagos y refinanciación en muchos casos. El profesional añadió que esta práctica del financiamiento de caja que si bien está autorizada por ley, se debe cuidar para que no se vuelva costumbre. Indicó que la recuperación de las recaudaciones va a depender de la reactivación de la economía este año y de la recuperación de empleos.
Sin embargo, el IPS venía arrastrando un pasivo de US$ 125 millones desde el 2013 por el desfasaje en su flujo de caja, generándose un atraso permanente en el pago a sus proveedores (farmacéuticas y constructoras en su mayoría). Para poder honrar parte de esta deuda, el IPS solicitó a inicios del año pasado en préstamo de G. 200.000 millones a bancos locales, y este año tuvo que solicitar un nuevo crédito, esta vez por G. 250.000 millones, en este caso por el bajón de los ingresos atribuido a la pandemia.
La institución tenía un flujo de caja mensual de US$ 100 millones antes de la pandemia, aunque se redujo un poco en el último año. De este flujo, el IPS destina el 54% para el fondo de pensiones y jubilaciones, recursos que no se pueden tocar porque corresponde al pago de las jubilaciones. Por otra parte, el 39% de los ingresos del ente se disponen exclusivamente para el pago a los proveedores (medicamentos, insumos, etc.) y un 6% para cubrir gastos administrativos; el remanente del 1% se aplica a distintas inversiones.
Ferreira recomendó manejar un plan B de ajustes, en los gastos operativos, o para reducir la morosidad de las empresas, de tal manera que este déficit no se vaya incrementando y para que el IPS sea sostenible en el tiempo. A su vez, el gerente administrativo y financiero del IPS, Armando Amarilla, indicó que están trabajando en un sistema de mejoramiento de los controles de evasión de las empresas y la morosidad; también en la administración de algunos bienes para obtener más liquidez y mejorar la recaudación.
Deuda histórica a recuperar
Si bien están pendientes algunas reformas legales para resolver este desfasaje de caja en el tiempo, otra de las opciones que tiene el IPS es recuperar parte de la deuda histórica que tiene el Gobierno con la previsional, por aportes no transferidos. El Estado transfirió US$ 150 millones al IPS en el marco de la Emergencia Sanitaria, para cubrir compensación económica a trabajadores afectados por la cuarentena y por reposos covid. Según Armando Amarilla, gerente financiero del ente, queda un saldo de US$ 350 millones de esa deuda y aunque sería lo ideal recibir este pago, añadió que no se puede poner la esperanza en esto, considerando la situación actual del país.