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El caso conocido como la “casa del horror”, producto de un quíntuple homicidio, tuvo como principal protagonista a Bruno Javier Marabel Ramírez, que fue aprehendido, y otras tres personas señaladas como sus cómplices, entre ellas María Araceli Sosa Díaz y su hermano Marcelo, quien durante el proceso fue desvinculado de la causa.
La joven cuenta que su estadía en la penitenciaría de mujeres del Buen Pastor, donde estuvo presa durante seis meses, le enseñó a no prejuzgar a la gente porque allí conoció a muchas que ya cumplían cinco años de prisión preventiva sin tener una condena firme, incluso sin fecha para el juicio oral. “Esas experiencias hicieron que me desespere porque no sabía cuánto tiempo de mi vida iba a seguir perdiendo en ese lugar”, puntualizó.
El 11 de abril de 2019 la fiscala Esmilda Álvarez acusó por feminicidio y homicidio doloso a Bruno Marabel, y a Araceli Sosa y Alba Armoa por los hechos punibles de frustración de la persecución y ejecución penal, omisión de dar aviso de un hecho punible y reducción.
“Me arrepiento de haber involucrado en todo esto a mi hermano (Marcelo), de haberle llevado conmigo al encuentro que tuvimos en la casa de Bruno. Este caso me enseñó a valorar más a mi familia; mi hermano y mis padres soportaron muchas cosas conmigo y aprendí que lo esencial de la vida es la familia, porque yo dedicaba mucho tiempo al trabajo, con el objetivo de que no le falte nada a mi hija, pero ahora entiendo que lo mejor que puedo dedicarle a ella es mi tiempo”, resaltó la joven.
Araceli Sosa recordó que cuando la Fiscalía le ofreció el proceso abreviado sus abogados le manifestaron que si ella aceptaba dicho beneficio, ellos se apartaban del caso “porque no iban a permitir que una persona inocente pague por algo que no hizo”. Agregó que esta situación la motivó aún más a llegar hasta las últimas instancias con el proceso a fin de demostrar que no cometió ninguno de los hechos punibles acusados.
Calificó de deficiente la investigación del Ministerio Público, ya que a su criterio si la fiscala Esmilda Álvarez hubiese sido más eficiente en su labor, ella hubiese sido absuelta del proceso. “El momento más difícil que yo pasé durante el proceso fue la lectura de la sentencia. Cuando la jueza mencionó mi absolución del primero de los tres hechos por los que fui acusada no sabía si reír o llorar de felicidad”, destacó la joven madre de una niña de 7 años.
Cuestiona a la prensa
Tras conocer la sentencia del tribunal, presidido por la magistrada Gloria Garay e integrado por Alba González y Gloria Hermosa, dictada el 2 de noviembre, que resolvió absolverla de culpa y pena, Araceli había manifestado que su caso debe servir para que los medios de prensa respeten la presunción de inocencia de una persona procesada por la justicia.
Ahora que la Cámara de Apelaciones ratificó el fallo y confirmó su absolución, la joven admite que en todo este tiempo pensó mucho en demandar a un medio de comunicación por lo que dijo uno de sus periodistas sobre ellas, sin tener ningún tipo de sustento. Sin embargo, esa intención no se concretó porque está enfocada en su familia.
Los meses en la cárcel acrecentaron el deseo que Araceli Sosa tuvo desde el colegio, de seguir la carrera de Derecho para defender a tantas personas inocentes que están en prisión y no tienen los recursos para pagarse un abogado.
“El 6 de marzo inicio la carrera gracias a una beca que me regalaron para una universidad privada. Tengo la intención de enfocarme en mis estudios porque he visto casos muy interesantes en la prisión y quiero ayudar a esas personas”, manifestó.
Asistencia sicológica
Araceli aseguró que uno de sus mayores temores al estar en prisión fue no poder ver crecer a su pequeña hija y que ahora que se ratificó su inocencia su mayor meta es poder brindarle lo mejor a ella y que supere el trauma que le significó saber que su mamá estaba en la cárcel, ya que sus compañeros de la escuela le decían que mató a niños como ella y que por eso estaba en prisión.
Añadió en ese sentido que actualmente la pequeña es asistida por una psicóloga que puede pagar gracias al trabajo que tiene desde hace tres meses en un supermercado ubicado en la ciudad de Mariano Roque Alonso.
Condena social
La joven lamentó que la condena social que sufre una persona investigada por un hecho punible, ya que en su caso, antes que la propia justicia dicte una sentencia la sociedad la declaró culpable y condenó por los hechos punibles de los que ahora fue absuelta de culpa y pena.
“Cuando inició todo este proceso yo tenía mis dudas sobre la justicia, pero tenía encendida la esperanza en que iba a poder demostrar mi inocencia y gracias a Dios lo pude lograr. La condena de la sociedad es lo que cuesta superar, pero estamos en un país libre donde todos pueden opinar; pero nunca una persona piensa que puede estar en tu lugar, yo fui así y gracias a mi caso cambió mi enfoque sobre ese punto”, puntualizó la joven.
Posible demanda al Estado
Araceli confirmó que sus padres están analizando con los abogados plantear una demanda contra el Estado, por el tiempo que ella estuvo privada de su libertad.
Sobre el tema, ella indicó que no piensa en eso, sino que se enfoca en su hija y su trabajo, ya que está logrando lo que deseó cuando estaba enfrentado el proceso: poder recuperar su vida de antes y vivir en paz con su familia.
“Mis padres y mi hija son mis pilares, además de mis amigos quienes estuvieron conmigo durante todo este proceso. Sufrí mucho, pero también aprendí a no ser muy confianzuda porque las personas no siempre son lo que muestran ante los demás, ahora quiero enfocarme en lo que más importa en mi vida y en mis estudios porque en las cárceles existen demasiadas personas que esperan por una ayuda para obtener su libertad y poder recuperar por lo menos en parte lo que han perdido”, concluyó.
ABC TV difundirá la entrevista hoy en Periodísticamente que va de 20 a 21 horas y mañana en sus diversos programas noticiosos.
Espera superar la última barrera
Araceli Sosa calificó como “una batalla ganada” el fallo del Tribunal de Apelación que ratificó su absolución de la causa, consciente de que el Ministerio Público aún puede plantear un recurso extraordinario de casación en la Corte Suprema de Justicia.
En caso que la fiscala plantee el recurso, la joven dijo que confía en que los integrantes de la Sala Penal del máximo tribunal no harán lugar al planteamiento y quedará firme su absolución, ya que el Ministerio Público no presentó ninguna prueba en su contra en el juicio oral y público.