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“Las instituciones públicas responsables deben proteger a las escuelas, garantizar el derecho a la educación y a la salud y hacer cumplir las leyes vigentes desde su rol institucional.”, comentó Javier Ramírez de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (FENAES).
Como respuesta a esta situación y en el marco del proyecto Alianza por el cumplimiento de las leyes ambientales nace la campaña “No fumiguen la educación”, implementada por Base Investigaciones Sociales (Base IS), la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas (CONAMURI), la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), la Federación Nacional Campesina (FNC) y el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales del Paraguay (INECIP-PY), con el apoyo de Diakonia y la Unión Europea.
A esta iniciativa se han sumado otras organizaciones como Callescuela, el Comité de Iglesias para Ayuda de Emergencia (CIPAE), Vïa Campesina, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY), la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (FENAES), la Coordinación Nacional de Niños niñas y adolescentes trabajadores del Paraguay (CONNATS) la Organización de Trabajadores de la Educación Sindicato Nacional (OTEP SN), la OTEP Auténtica , el Servicio Paz y Justicia Paraguay (SERPAJ PY) y la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (UNEPY), quienes conforman la articulación Anive pefumiga.
“No fumiguen la educación” busca visibilizar este problema y movilizar a la ciudadanía en favor de las leyes ambientales que prohíben las fumigaciones.
Melissa Giménez de la Unión Nacional de Centros de Estudiantes del Paraguay (UNEPY) agregó “Defendemos el desarrollo sustentable dentro del estado de derecho, que prohíbe la fumigación cercana a las escuelas, nuestro deseo es que se aplique la Ley y que los cultivos se retraigan a 200 metros, para proteger a las escuelas en Paraguay.”
Una investigación del INECIP-PY detectó que 99 escuelas están expuestas al peligro de las fumigaciones que no respetan la Ley 3742/09, arriesgando la vida de más de 8.600 niños, niñas y adolescentes y de más de 1.100 docentes, según el libro de Base IS “Escuelas Rurales Fumigadas del Paraguay. Estudio de casos en tres distritos”.
Principales hallazgos
De los 15 distritos analizados en el año 2018, en 11 se han identificado escuelas o centros educativos cercanos a cultivos extensivos. Del mapeo resultó que, de las 557 escuelas, 99 estaban a menos de 200 metros y de éstas, 51 se encontraban a menos de 100 metros, por tanto, en mayor riesgo, en caso de aplicación de los defensivos agrícolas.
Los distritos en donde se han detectado la mayor cantidad de instituciones educativas próximas a estos cultivos, menos de 100 metros de distancia, fueron: Itapúa Poty (58%), Edelira (42%), Minga Porá (36%), Guayaibí (4.48%), Arroyito (4.17%), Liberación (2.5%), y Capiibary (1.09%).
Solo el cultivo de soja, que se planta una vez al año, necesita más o menos ocho a diez fumigaciones, junto con las de trigo, sumando un total de 15 a 20 fumigaciones.
“Este es el momento de hablar sobre el tema, que el Estado reconozca a las escuelas mapeadas en los estudios y se prepare para aplicar la Ley de alejar los monocultivos a más de 200 metros en el próximo ciclo productivo.”, destacó Javier del FENAES.