Aulas improvisadas y viejas letrinas esperan a alumnos

Las escuelas de las zonas rurales del Alto Paraná demandan urgentes refacciones. El MEC insiste en que los estudiantes de ese segmento tengan este año clases presenciales, pero paradógicamente no aseguró que esas instituciones estén en condiciones.

Letrina de la escuela 4326 San Cristóbal, en el distrito de Ñacunday, Alto Paraná. Cuenta con 25 alumnos.
Letrina de la escuela 4326 San Cristóbal, en el distrito de Ñacunday, Alto Paraná. Cuenta con 25 alumnos.Archivo, ABC Color

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CIUDAD DEL ESTE. (De nuestra redacción regional). Aulas improvisadas y letrinas viejas esperan a los alumnos en las escuelas de las comunidades más carenciadas de Alto Paraná. La falta de planificación afectó la ejecución de obras en algunas instituciones educativas, mientras en las construcciones están.

En Itakyry, al norte de Alto Paraná, existen 72 instituciones educativas públicas, de las cuales unas 13 tienen letrinas, según la Supervisión local. El municipio es administrado por la familia Soria (el actual intendente es Carlos Soria de la ANR) desde hace dos décadas y es uno de los mayores receptores del dinero del Fonacide en Alto Paraná. En 2020 recibió G. 2.560 millones.

En Ñacunday, la escuela San Cristóbal tiene una sola letrina para 25 alumnos. En la escuela de Lomas Valentina, los estudiantes del primer al sexto grado no tienen aulas propias, ya que la construcción del pabellón destinado a la Escolar Básica está paralizada desde hace tres años. Allí, los inscriptos en la modalidad presencial estudiarán en la dirección y en la biblioteca.

En la misma situación están los alumnos del Nivel Inicial de la escuela Itaipyte de Ñacunday. El pabellón proyectado ni siquiera tiene techo. El Consorcio Serra, representado por Ricardo de Jesús Arévalo González, fue contratado por el Ministerio de Educación (MEC) para la construcción de los nuevos pabellones, que debían sustituir salas de madera, pero las obras están abandonadas hace tres años.

Ñacunday es uno de los distritos más pobres de Alto Paraná. La Contraloría detectó entre 2017 y 2020 irregularidades en la administración municipal, a cargo de Everaldo Devitte (Unace), por valor de G. 1.860 millones.

Entretanto, en Ciudad del Este el propio intendente Miguel Prieto (MCDE) reconoció que no ejecutaron los recursos del Fonacide en 2020, por más de G. 9.000 millones, por falta de planificación. Dijo que a raíz de esta situación dispusieron cambios en la Dirección de Área Urbana.

Más de 26.000 estudiantes ya se matricularon en 586 instituciones educativas públicas de Alto Paraná. Aunque la responsabilidad es también de los intendentes, el MEC, que insiste que en zonas rurales los niños vuelvan a las aulas, no aseguró que en esta zona del país haya condiciones para ello en las escuelas.

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