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En los días de lluvia, el local se inunda debido a las múltiples goteras que hay en los consultorios, la sala de espera, urgencias, sala de odontología y la cocina. Al baño también le hace falta un mantenimiento profundo.
“No entiendo por qué se llegó a esta situación, teniendo en cuenta que cada dos meses David Lugo, encargado del puesto de salud, recibe recursos económicos para los gastos que pueda necesitar el centro asistencial y los funcionarios reciben su salario directamente del Ministerio de Salud”, dijo una fuente debidamente identificada, pero que prefirió el anonimato.
Además, no se cuenta con medicamentos básicos como paracetamol, ambroxol e hidrocortisona, entre otros que son necesarios en urgencias. Tampoco hay jeringas, guantes, gasas, algodón, suero fisiológico, ringer, equipos de micro y macrogoteros ni sondas, que son fundamentales para el buen funcionamiento de la sala de urgencias, dijo el funcionario.
Intentamos hablar con Luis Lugo, pero su número de celular daba permanentemente apagado.