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Decenas de viviendas de al menos seis manzanas fueron anegadas por aguas del arroyo San Lorenzo, que se desbordó tras la intensa precipitación de la noche y madrugada. El cuerpo sin vida de un joven que habría sido arrastrado por la correntada se encontró en el arroyo Tayuazapé.
Agentes de la Comisaría Primera Central fueron alertados alrededor de las 8:15 por vecinos del barrio Fátima acerca de un cuerpo sin vida en el cauce del arroyo Tayuazapé, a la altura del kilómetro 15, en la zona de las calles Suecia y General Andino del barrio Fátima. Sería de un joven de unos 25 años que habría sido arrastrado por las aguas, pero aún se desconoce su identidad, informó el comisario Édgar Salazar.
A las 10:15 de este domingo, el cuerpo aún no podía ser retirado del sitio porque no llegaba el médico forense, indicaron pobladores del lugar.
Afectados como nunca antes
Los barrios más afectados en la zona son: Santa Ana, San Isidro, Santa María, Kokuere y todos los de la zona más baja, lo que hizo que los vecinos pasaran la madrugada y la mañana tratando de salvar sus pertenencias en medio del agua y comentaron que se vieron afectados como nunca antes. Uno de los pobladores, Éver Acosta, incluso posteó fotos en sus redes sociales mostrando que pasó su cumpleaños con su familia con la mitad del cuerpo en el agua.
Si bien las grandes precipitaciones pluviales pueden tener incidencia, los pobladores no dudan de que también podrían ser las obras de desagüe pluvial que llevaron toda el agua a desembocar en esa zona del arroyo. Los vecinos ya adelantaban su temor a que esto ocurra en el año 2015. Las mismas son captadas aguas arriba por un sistema construido por contratistas del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, cuando se construía el acceso Este, Laguna Grande.
Ayuda no da abasto
Por su parte, el comandante de la Séptima Compañía de Bomberos Voluntarios del Paraguay, capitán Plinio Suárez, informó que desde la madrugada no paran las llamadas para el desagote de viviendas. Acotó que fue imposible salir con las fuertes lluvias, pero que apenas pudieron acudieron a brindar auxilio.
La correntada en los barrios bajos arrasó con empedrados, puentes y todo lo que encontró a su paso.