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La detención del suboficial inspector Cipriano Javier Silva Portillo este lunes en su lugar de trabajo de la Dirección de Policía de Concepción por estar presuntamente complicado con los asesinos de su camarada Díaz, permitió ligarlo -mediante un arma y su vehículo- a otros casos de sicariato.
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“Hoy recibí el informe del sistema Ibis del banco de datos que detectó que se utilizó una misma arma, una pistola Glock, en el asesinato del subpolicía y en otro homicidio por sicariato en este enero, le relacionó una misma arma utilizada para los dos casos”, indicó el Crio. Rubén Paredes, jefe de Investigaciones de Amambay a Crimen y Castigo, refiriéndose al asesinato del agente policial Díaz y el de un brasileño ocurrido a inicios de año, Luis David Cárdenas de Souza, de 23 años, y en el que resultó herido de manera colateral el dueño de la despensa.
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Para el comisario Paredes, ambos ataques también tenían otra particularidad en común: un vehículo blanco de la marca Toyota, modelo IST. En el caso del asesinato del ciudadano brasileño, los sicarios llegaron en un vehículo con esa característica, y en el asesinato del suboficial Díaz, si bien los sicarios actuaron en una motocicleta, según testigos, fueron rescatados también tras el ataque por un automóvil IST blanco.
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Pero para entender mejor los nexos y causales de esta serie de crímenes y otros más, hay que remontarse al operativo de rescate del narcotraficante “Samura”, registrado en la Costanera de Asunción en setiembre de 2019 y donde los malvivientes asesinaron al comisario Félix Ferrari.
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De dicho operativo de rescate habría participado Héctor Ramón Lazarte Argüello, cuyas huellas lo ubicaban en dicha escena del crimen y que fue detenido posteriormente en Yby Yaú, departamento de Concepción. Sin embargo, Hector Ramón cuenta con un hermano menor a él, que no solo está vinculado al asesinato del suboficial Díaz en Pedro Juan Caballero, Hugo César Lazarte Argüello (29), pues es el presunto pistolero que disparó contra el uniformado y que también habría protagonizado otro crimen contra un policía de investigaciones por la detención de su hermano.
Se presume que Hugo César Lazarte, detenido en un control policial frente a la comisaría de Chirigüelo, antes de asesinar al suboficial Fredy César Díaz, habría ejecutado a otro uniformado, el suboficial primero Antonio Alvarenga Franco, que fue acribillado frente a la vivienda de su padre en Yby Yaú el 11 de mayo pasado; esto presuntamente en represalia por la detención de su hermano, Héctor Ramón Lazarte.
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El inconveniente es que los policías Fredy César Díaz y Antonio Alvarenga Franco eran muy cercanos, y el primero habría prometido venganza contra Hugo Lazarte, pero este se le terminó adelantando y ejecutándolo. “Nosotros tenemos clara la película, a él (Freddy Díaz) le mataron a consecuencia de que había mencionado que cobraría venganza por la muerte de su camarada y amigo que es el suboficial Antonio Alvarenga, que era también personal de Investigaciones”, comentó el comisario Paredes.
Finalmente, los ahora detenidos, el presunto sicario Hugo César Lazarte y suboficial inspector, Cipriano Javier Silva Portillo, según la Policía, estaban juntos en el control en el que cayó Lazarte, solo que al uniformado se le dejó ir en ese momento y no se comunicó su presencia con el presunto sicario que ya tenía orden de captura.