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El psicoanalista, exdocente, experto en niñez y adolescencia Mario Torres comenta que se dieron varios encuentros de especialistas para frenar el maltrato hacia los niños, niñas y adolescentes, en convenciones e instancias educativas. Un instrumento muy importante devenido de estas actividades es la Convención Internacional de los Derechos del Niño, convocado por las Naciones Unidas y sus consecuentes aportes, a través de los códigos para la protección infanto-juvenil, “pero aún quedan escenarios extensos que pueblan dentro de la sociedad, en lo cotidiano de la desprotección y violencia para con ellos”, refiere Torres.
“Los adultos violentos con los niños paraliza lo primario del infante, su independencia de volar con la imaginación: el juego simbólico, de regla, de competencia, que quedan inhibidos y lo visible es que se torna en personalidad como apagada y sin poder asumir su riqueza”, explica. El psicoanalista señala que la violencia hacia los niños y los adolescentes exacerba los típicos temores y se “sobrecuidan” de aquella experiencia pasada. Como si en cualquier momento pueda reinstalarse.
“La complejidad de las demandas que los niños realizan son vitales para entender lo que el mundo social espera de ellos. Si ellos, aun por la edad no conocen de lo que habitualmente ven y viven, esos son uno de los motivos que se deslizan en el pensamiento mágico y omnipotente de los niños, sin esta ‘magia’ y esta actitud “todopoderosa” no podrían acercarse, tocar, ‘imaginarizar’ lo que intelectualmente en un determinado periodo no entienden, pero sí serán respuestas como si ellos manejaran lo no comprendido intelectualmente, pero sí deformado para acercarse e ir cada vez más conociendo esta realidad concreta”.
¿Quién está en conflicto?
Mario Torres dice que otro tema que encierra contradicción en su enunciado es: “niños o adolescentes en conflicto con la Ley”, cuando en realidad cabe el cuestionamiento, ¿quien está en conflicto con la Ley...? “la transgresión infanto-juvenil no es acaso la respuesta a sus carencias y a la ausencia de lo enunciado por la Ley, la ley que no protege. Importa plantearnos seriamente para entender a esto que llamamos niños o adolescentes en conflicto con la Ley. Los Adultos violentos reeditan momentos inexplicables del pánico paralizante de cuando eran niños”.
El crecimiento truncado
“Los golpes no educan... distorsionan el objetivo de la educación. Los golpes inhiben la imaginación que da respuestas al pensamiento natural de los niños. Los adolescentes y los niños que fueron educados o criados con mucha violencia, desconocen las cualidades del respeto. Es importante que los niños crezcan en ambiente sano y en compañía de sus padres o tutores que van mostrando lo complejo de este crecimiento. De lo contrario, la población adulta podría seguir llamando “niños en conflicto con la ley”, cuando en realidad los que están en conflicto son los adultos”.