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La pasarela peatonal que une el parque Ñu Guasu con el Comité Olímpico Paraguayo suma los reclamos de parte de profesionales de empresas constructoras y metalúrgicas, diferentes gremios que hablan de alevosos direccionamientos, no solamente en esta licitación de la pasarela de oro sino también en muchas otras licitaciones. Mencionaron por ejemplo, que se puede ver perfectamente como es que de a poco van eliminando a algunos oferentes para que no haya competencia y una empresa específica se pueda quedar con esa licitación.
El arquitecto José María Díaz Benza, directivo de EDB Construcciones explícitamente, observó que “hay indicios de direccionamiento y lo que para nosotros es muy grave que haya habido una licitación que presentó una sola empresa. Desde ese punto de vista es obvio que alguna cosa rara existió, hay cosas que no nos cierran a nosotros ni a ninguna de las empresas. Nuestra posición es clara, no estamos de acuerdo y tampoco creemos que sean válidos los argumentos que presenta la gente del MOPC”.
El profesional argumentó su posición, “nosotros pensamos que hay algún acuerdo con la empresa, en este caso que se presentó a ese llamado, y conjuntamente con la gente del MOPC, al poner en los pliegos de bases y condiciones exigencias que hasta son ridículas, con tal de que pueda entrar sola a la cancha, como fue en este caso”.
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También hablaron representantes de gremios metalúrgicos y dijeron que esta situación no debería volver a repetirse porque se dan estos direccionamientos, prácticamente sin ningún tipo de vergüenza, y que se puede ver a simple vista que están incluyendo estos requisitos para entregar la licitación a una empresa específica.
Carlos Perasso de Cominsa, representante de los gremios metalúgicos, aportó su parecer: “Vinieron mal desde el origen al tener exigencias innecesarias, impidiendo de esa forma la participación de varios oferentes interesados. Que fruto de esto salga uno u otro precio ya es el mero resultado de un proceso que ya esta mal hecho desde el inicio. Creemos que se deben eliminar las exigencias innecesarias que en nada benefician al producto final que el Estado quiere adquirir. Por ejemplo, pedir una norma ISO 14.000 para una obra que va a estar puesta sobre otra obra para la cual no se pidió esos 14.000 no tiene sentido para nosotros”.
Mejor calidad a menor precio
Y amplió Perasso, “según lo que expresa la ley de contrataciones públicas todas estas limitaciones y exigencias que no están contenidas dentro de la ley de contrataciones públicas se deben eliminar, cuando estas puedan impedir la participación de otros oferentes. Porque cuando hay muchos oferentes en una licitación hay competencia, y esta hace que el precio baje y la calidad mejore. Y eso es lo que el Estado debe adquirir: mejor calidad a menor precio.
La pasarela costó 2.120.000 dólares que incluye un incremento del 13.5 % que el MOPC paga a la empresa Engineering de Andrés Campos Cervera.