Cargando...
De acuerdo a la información confirmada por el viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Rubén Maciel, hay hasta el momento 100 casos de contagios de COVID-19 en establecimientos penitenciarios de nuestro país.
Se aguardan notificaciones de casos sospechosos pendientes de someterse al test, para saber si este número se mantiene o aumenta.
Los mencionados casos se han detectado hasta ahora en siete centros penitenciarios, entre los que se cita a la Penitenciaría Regional de Villarrica, la Casa del Buen Pastor, la Penitenciaría de Mujeres de Coronel Oviedo Serafina Dávalos, Penitenciaría de Mujeres Juana María de Lara de Ciudad del Este, la Penitenciaría Regional de Varones de Coronel Oviedo, la Penitenciaría de San Pedro y la de Encarnación, que tiene un solo caso, pero no se solicitó el cierre epidemiológico porque la persona hizo uso de su salida transitoria, el contagio fue externo y está aislada actualmente.
Lea: Detectan rebrote de COVID y cierran temporalmente la cárcel de Villarrica
Cierres epidemiológicos como estrategia
En cuanto al régimen de visitas, en los centros donde hubo casos positivos se dispuso el cierre epidemiológico, que implica la suspensión de visitas íntimas y sociales, traslados y comparecencias, con lo cual el único flujo de personas en las penitenciarías es del personal penitenciario y el de blanco.
En cuanto a insumos sanitarios, como alcohol en gel y tapabocas, el viceministro aseguró que al menos se cuenta con todo ello. “La situación más crítica la vivimos al inicio de la pandemia; ya ahora tenemos cierto ejercicio administrativo en cuanto a la provisión oportuna de estos insumos”, comentó.
Lea más: Casos de covid-19 obligan al cierre del Buen Pastor
Con respecto a la gravedad de los contagiados, la mayoría no tuvo complicaciones, con excepción de tres personas internadas, de las cuáles una está en situación crítica y dos ya fueron dadas de alta. “La persona que sigue internada está mejorando”, aseguró el viceministro.
La mitad ya se curó
Maciel resaltó que casi un 50% de los contagiados actualmente ya tiene su certificado de recuperación, pues la mayoría solo presentó síntomas leves.
Pese al alto hacinamiento, la situación no es calamitosa en los penales y el panorama no fue tan oscuro como podría pensarse.
El viceministro atribuyó esta buena fortuna a la “‘intervención divina’, al trabajo del personal sanitario, de agentes penitenciarios y particularmente de las propias personas privadas de libertad, que soportaron altas restricciones”, refirió.
Recordó que las cárceles estuvieron libres de COVID-19 durante 100 días y en el día 101 se tuvo el primer caso en Ciudad del Este, que a la semana ocasionó el contagio masivo.
“Las expectativas de letalidad del virus, considerando el alto hacinamiento, las dificultades de higiene y distanciamiento, eran previsiones nefastas. Felizmente, no fue así”, concluyó Maciel.
La superpoblación de siempre
En cuanto a la media de hacinamiento, el cálculo es que existe una sobrepoblación de más del 50% en las penitenciarías.
“Los centros tienen una capacidad para 9.500 personas, pero se tienen más de 13.000; se redujo en comparación a diciembre de 2019, cuando el número era de 15.000 personas”, ejemplificó el viceministro.
El centro que alberga a la mayor cantidad de internos actualmente es Tacumbú, que tiene 2.417 (hasta el parte del miércoles 20 de enero) y llegó a tener históricamente casi 4.000 personas.