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SAN BERNARDINO, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). La nueva planta potabilizadora compacta de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) inaugurada ayer está ubicada al lado de la primera planta de tratamiento móvil en el lugar conocido como playa Punta Arena. Durante el acto, el presidente de la República Mario Abdo Benítez dijo que habló con vecinos de la zona, y que le comentaron que ahora ya no les falta agua potable ni energía eléctrica, como ocurría tradicionalmente en la temporada veraniega.
Las obras que requirieron una inversión de G. 3.500 millones y fueron financiadas por la Itaipú Binacional. Consta de una caseta tipo contenedor sobre ruedas para una casa química, sala de resguardo, depósito de productos químicos y generador eléctrico. Además, un sistema de bombeo de agua cruda compuesto de dos motobombas centrífugas y un sistema de bombeo a la red, con dos motobombas de accionamiento eléctrico.
Para la puesta en funcionamiento de la planta potabilizadora móvil se realizaron trabajos de interconexión de tuberías a las redes de distribución de la Essap en esta ciudad.
La potabilizadora tiene una capacidad de procesamiento de 100 m3 por hora (2.400 m3 al día). La toma de agua cruda se realiza directamente del lago Ypacaraí.
Se prevé asimismo la instalación de una tercera potabilizadora compacta móvil en la planta de tratamiento central, ubicada en la zona del microcentro de la ciudad. El proceso para el llamado a licitación está en marcha y la obra se iniciaría en un mes, según manifestó el presidente de la aguatera estatal, Natalicio Chasse.
La capacidad actual de la aguatera es de 400 metros cúbicos/hora, pero fuera de temporada solo se utiliza un promedio de 200 a 250 metros cúbicos/hora. Con la instalación de las dos plantas móviles, aumentaría a 600 metros cúbicos/hora, con lo que se garantiza una solución definitiva de la carencia de agua potable en la ciudad en la temporada de verano, aseguraron.
La primera planta móvil está operativa desde noviembre del 2019. Costó G. 6.500 millones y fue financiada por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), según datos.