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“Ayer hemos recibido la autorización de comunicar públicamente de que Rusia nos puede otorgar una cuota 2.500.000 dosis”, indicó Juan Manuel Alarcón, representante de laboratorio Guayaki, que actualmente gestiona los permisos ante la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) para importar las vacunas Sputnik V.
Alarcón aclaró que las dosis que se consigan no se comercializarían en el mercado, sino serían exclusivamente para la provisión al Ministerio de Salud, así como se realiza a nivel mundial, priorizando el acceso a las carteras estatales. “En ningún país del mundo la vacuna está enfocada (al sector privado), ahora la intención es que en forma mancomunada, con el Ministerio de Salud, poder trabajar por la salud pública, que sea el Ministerio de Salud el que disponga de todas las vacunas que hoy se puedan conseguir”, enfatizó.
Consultado respecto a cómo es que la empresa privada logró el preacuerdo incluso antes que el Gobierno Nacional, Alarcón explicó ante el requerimiento del laboratorio productor ruso a Argentina de que consiga más compradores en la región, por lo que el gobierno del argentino Alberto Fernández, empezó a abrir la oferta a los países de la región. Agregó que en Argentina también una empresa privada es la representante de la vacuna, y la que posteriormente le vende al Estado.
Respecto a los plazos para la importación, Alarcón recordó que siguen realizando las gestiones ante la Dinavisa y que si bien Argentina prevé un vuelo para el próximo jueves 14, creen que dicho plazo es muy ajustado y consideran más factible la fecha estimada por el ministro Julio Mazzoleni, es decir, en marzo.
“La semana que viene, el día jueves está saliendo un avión de Aerolíneas Argentina a Rusia para buscar 300.000 dosis para ellos, nosotros ya podríamos juntar ahí con una pequeña cantidad de vacunas, pero ya no creo que nos dé el tiempo por todos los procesos que estamos haciendo, las conversaciones que se están haciendo, pero estaríamos esperando un próximo embarque para el mes de febrero o marzo”, insistió el representante del laboratorio privado.
Respecto a los costos, dijo que ese aspecto sigue dentro de una clausula de confidencialidad, pero eso no será permanente, una vez que se cumplan los proceso, el costo para el Estado se transparentará como con cualquier compra pública.