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El misterioso abogado de Texos Oil SRL, Abel Germán Ávalos, que casi se queda con el 40% de los US$ 7 millones que Petropar y la Procuraduría pretendían “obsequiar” a la firma extranjera, luego de un acuerdo secreto extrajudicial, siguió operando para dicha empresa sin tener un poder especial para hacerlo, según reveló Diego Ariel Serafi, otro desconocido abogado que ahora apareció para representar a la empresa argentina.
Así lo reveló una resolución del juez de la causa Hugo Garcete, donde se resolvió anular el acuerdo secreto y continuar con el juicio, que tiene fecha del 6 de enero. La Procuraduría General de la República (PGR) remitió ayer este documento a la Secretaría Nacional Anticorrupción (Senac), que está investigando el caso.
Según el relato de la resolución de Garcete, en fecha 23 de diciembre de 2020, Ávalos presentó una nota en el Juzgado Civil y Comercial del 11º Turno de la Capital, en la que pidió un allanamiento al pedido presentado por el exprocurador Sergio Coscia y el exdirector Jurídico de Petropar, Alberto Mendoza, para dejar sin efecto el acuerdo secreto.
También pidió seguir con el juicio y ya reclamó US$ 38.253.135 millones más intereses por los supuestos daños a Texos, luego de anularse la adjudicación que le dieron en Petropar para la compra de gasoil en 2009 (por US$ 68 millones). El monto solicitado originalmente vía judicial era de un poco más de US$ 31 millones.
Mientras Abel Germán Ávalos seguía operando como abogado de Texos, el 31 de diciembre del 2020 también se presentó en el juzgado el abogado Diego Ariel Serafi, quien alegó que Ávalos no cuenta con poder especial para “allanarse al pedido formulado por la parte demandada (Procuraduría y Petropar)”, respecto a la solicitud de dejar sin efecto el acuerdo arribado y continuar con el juicio. Incluso, el también desconocido profesional, a quien no logramos ubicar ayer, pretendía que se cumpliera con lo estipulado en el acuerdo secreto, es decir, que se pagaran los US$ 7 millones convenidos a la firma argentina (que ya no prospera tras la anulación del acuerdo).
“Este abogado (Serafi) se presenta sin poder, invocando la representación sin mandato, que está estipulado en el artículo 60 del Código Procesal Civil y manifestó que el abogado Ávalos no tenía poder de decidir allanarse (al pedido de PGR y Petropar). Este abogado se ratificó en el acuerdo inicial”, expresó el juez Garcete ayer en conversación con ABC. Asimismo, confirmó que este segundo abogado de Texos ya presentó ayer un poder para representar a la firma en vez de Ávalos. Al mismo tiempo, según reza la resolución de Garcete, Diego Ariel Serafi también advirtió al juzgado que Texos nunca dio el poder a Ávalos para “aceptar ofertas o propuestas conciliatorias, ni decidir sobre los términos de un acuerdo de transacción judicial o extrajudicial, debiendo siempre contar con el consentimiento expreso y por escrito”. Incluso, solicitó el desglose del escrito presentado por Abel Ávalos en el Tribunal.
Ante esta situación, Ávalos no tuvo más opción que desistir de su pedido de “allanamiento” y admitió que no tenía un poder especial para hacer esta solicitud. “Este abogado no tenía el poder para un allanamiento o conciliación, o sea, necesitaba un poder especial”, expresó el juez, que además informó que ya resolvieron anular el acuerdo secreto y seguir con el juicio. Dijo que si esta resolución no se apela, se dictará sentencia en la brevedad.
Tiene vínculos con el excontralor
El misterioso abogado Abel Germán Ávalos fue también funcionario de la Procuraduría, cuando José Enrique García era procurador, durante el Gobierno de Fernando Lugo, según trascendió. Ávalos es cupo llanista y estuvo como empleado en la Justicia Electoral y en el departamento de Asesoría Jurídica del Fondo de Desarrollo Campesino, de acuerdo con los datos a los que accedió nuestro diario. Luego fue a emplearse en la Contraloría y fue designado incluso como síndico del Banco Nacional de Fomento (BNF), donde también fue ubicado por el excontralor Enrique García.