“Mecánico de oro” fue condenado a dos años y seis meses de cárcel

El Tribunal de Sentencia conformado por los jueces Víctor Medina (presidente), Elsa García y Olga Ruiz halló culpable a Miguel Ángel Carballo, conocido como el “mecánico de oro”, del hecho punible de enriquecimiento ilícito. Lo condenó a dos años y seis meses de pena privativa de libertad.

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Este mediodía finalizó el juicio oral en contra de Miguel Ángel Carballo, cercano al exparlamentario Víctor Bogado y quien fue funcionario de la Municipalidad de Asunción, de la Cámara de Diputados y del Ministerio de Justicia. Los jueces lo encontraron culpable de enriquecimiento ilícito y por ello lo sentenciaron a dos años y seis meses de cárcel.

“Encontramos situaciones y circunstancias agravantes y también algunas atenuantes, y el tribunal en tal sentido señala que la sanción justa y útil que debe ser aplicada al señor Miguel Ángel Carballo es la aplicación de una pena privativa de libertad de dos años con seis meses”, remarcó el presidente del Tribunal.

En forma unánime, el Tribunal halló que la conducta de Carballo constituyó un hecho punible ya que -conforme a la acusación del Ministerio Público- este obtuvo bienes y posesiones que sobrepasaron sus legítimas posibilidades económicas.

Resaltaron que se encontró un desfasaje con documentaciones que señalan que entre los ingresos y egresos del funcionario no había consistencia. “Su conducta es reprochable”, puntualizó el juez Medina.

La Fiscalía había solicitado una condena de seis años y seis meses de prisión, pero la sanción del Tribunal fue leve, por lo que existe una posibilidad de que se apele la sentencia en lo referente a las medidas.

Carballo fue procesado por enriquecimiento ilícito durante su período como funcionario. El fiscal Luis Piñánez a cargo de la causa señaló que durante el juicio oral se comprobó que Carballo era culpable de enriquecimiento ilícito, pese a que una pericia contable de un especialista requerido por el Ministerio Público pretendía instalar la versión de que existía una correspondencia entre los ingresos y egresos del acusado.

El condenado, quien percibía un modesto salario en la función pública, compró por una cifra millonaria un shopping en el barrio Carmelitas de Asunción. Durante una entrevista a ABC Cardinal el “mecánico de oro” había negado la adquisición de dicho establecimiento y aseveró que solo pusieron la propiedad a su nombre.

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