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El viceministro de Administración Financiera, en primer lugar, explicó que los inscriptos automáticamente con este sistema son los que se registraron como cuentapropistas en carácter de declaración jurada al solicitar el subsidio. “En términos sencillos, son aquellos que realizaban algún tipo de actividad comercial o de servicio de carácter informal, por ejemplo lomitero, despensero, plomero, electricista, mecánico, etcétera”, explicó.
Reiteró que fueron inscriptas de oficio en total 450.000 personas, mientras que el otro grupo de 240.000 beneficiarios en este tercer pago de Pytyvõ 2.0, entregado en diciembre, se registraron como amas de casa o personas que no realizaban ninguna actividad al momento de la inscripción.
Ahora bien, en cuanto a qué pasaría si las personas beneficiadas con este subsidio deciden no cobrar, indicó que a los 30 días son excluidas del RUC automáticamente, una vez que la EMPE -empresa encargada de realizar las transferencias- confirme que no se realizó ningún pago con esa cédula.
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Beneficios de formalizarse
Sin embargo, el viceministro hizo énfasis en que esta es la oportunidad de formalizarse y empezar a tributar. Si durante los próximos dos años los cuentapropistas que decidan utilizar su subsidio vuelven a generar ingresos y los declaran ante la SET, empezarán a tributar en el régimen Resimple a partir del siguiente año. Ese régimen implica el pago mensual de apenas G. 20.000.
“Por ejemplo, un electricista que vuelva a trabajar digamos desde febrero de este año y genera ingresos, los declara ante la SET y va empezar a pagar en el 2022”, explicó.
Sin embargo, si luego de dos años el beneficiario no genera ningún ingreso propio o es contratado por una empresa y pasa a formar parte de IPS, va ser excluido automáticamente sin pagar nada y sin tener que hacer ningún trámite.
Finalmente, Elizeche resaltó que se debe destacar la importancia de ser formal, de lo barato de este impuesto y los beneficios que esto traerá. Señaló que existir tributariamente ayuda a la hora de acceder a préstamos más baratos en las cooperativas y los bancos, también permite al trabajador ampliar su propio mercado y acceder a negocios más grandes que siempre piden facturas.
Más de 680.000 acreditaciones
El subsidio del programa de asistencia social Pytyvõ 2.0, en su tercer pago, en total llegó a unas 680.000 personas. Cabe recordar que esta ayuda fue destinada a los trabajadores informales que fueron afectados por la crisis económica generada por la pandemia del nuevo coronavirus.
Para este tercer desembolso se requirieron alrededor de US$ 50 millones.
En total, sumando los anteriores pagos de este programa, se realizaron más de 2.100.000 acreditaciones y se invirtió aproximadamente US$ 155 millones entre todos los pagos.
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