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VILLETA (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). Los afectados deben llegar diariamente hasta la planta de esta ciudad para esperar si la suerte les sonríe y retirar algunas bolsas. En conversación con esta corresponsalía, muchos alegaron que tienen facturas de noviembre y primeros días de diciembre y que no pueden retirar.
“Nosotros pagamos por adelantado en un banco y luego tenemos que venir a ver si nos cargan. Yo tengo factura del 7 de diciembre, que hasta hoy no puedo retirar e incluso el 15 de diciembre pasado figuraba en la lista, pero no me cargaron de nuevo”, expresó un comprador minorista, Roberto González, quien la semana última esperaba de nuevo el despacho. Dijo que ir con los camiones todos los días hasta la planta tiene su costo y espera que la entidad se organice mejor y cumpla con los clientes que pagan con anticipación por la carga.
Agregó que lo más lamentable es que nadie da la cara para explicar el motivo por el cual hay poco despacho y los afectados tienen que esperar hasta las 00:00 para ver si reciben el cemento. Una fuente confiable comentó que el molino de la fábrica tiene problemas periódicamente y que la planta no produce lo que tiene que producir. En estos últimos meses una pieza fue llevada al Brasil para ser reparada.
Los distribuidores lamentaron el sistema de trabajo y aseguran que impera el “amiguismo”, ya que los directivos priorizan a sus amistades y a los grandes distribuidores. Algunos califican de “estafa”, debido a que se les cobra y no le entregan las cargas.
En la planta nadie quiere hablar sobre la falta de cemento y alegan que solo en la oficina central de Asunción se puede informar. Según la denuncia, pocos camiones por día despachan.
Desde la Cámara de Distribuidores de Materiales de Construcción (Cadimaco) también hicieron un llamado a la INC para que mejore su servicio. El presidente de la estatal, abogado Ernesto Julián Benítez, a fin del año pasado hasta hizo una conferencia de prensa para echar la culpa a los distribuidores por el alto precio del cemento, sin contar que en realidad, la cementera apenas está despachando, menos de 30.000 bolsas del material por día, mientras que la demanda del mercado ronda las 100.000 diarias, según gremios de la construcción.
Luis Lavigne, titular de Cadimaco, dijo a ABC que las declaraciones de Benítez hicieron que el gremio salga a aclarar que los altos precios no son una decisión antojadiza del sector, sino que se deben a las miles de dificultades que sortean los distribuidores para poder obtener el material de construcción. “Tenemos muchísimas facturas ya pagadas y que la INC no nos entrega. Nosotros tenemos más de 2.000 empleados y no despedimos a nadie, estamos sosteniendo los puestos de trabajo, pese al fuerte golpe del sector”, puntualizó.
Deuda de hasta 500.000 bolsas
El presidente de la INC reconoció días pasados, en conversación con este diario, que se tiene una deuda de “entre 300.000 y 500.000 bolsas” de cemento con los distribuidores. Es decir, esa cantidad de material de construcción corresponde a productos por los que los dueños de depósitos ya pagaron hace tiempo y que todavía no se les entrega, por el escaso despacho de la estatal.
La INC recibió US$ 80 millones durante el gobierno anterior, de Horacio Cartes, con la promesa de que duplicaría la producción y llegaría a por lo menos 90.000 bolsas por día de despacho. Pero lo cierto es que actualmente entrega menos de lo que despachaba antes de recibir esa millonaria suma.