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El presidente de Petropar, Denis Lichi, adjudicó el pasado 10 de diciembre la licitación para la “contratación de una firma especializada para el apoyo en la gestión de recursos humanos temporales” a la firma Dynamus Marketing Promocional SA (DYSA), representada por Rodolfo Fiegelist Nielsen y Francisco Limon. El monto del contrato, que se firmó 5 días después de la fecha de adjudicación, es por nada menos que G. 36.600 millones, uno de los presupuestos más elevados que destinará la firma estatal para aumentar la cantidad de empleados a través de una tercerización.
Este esquema de contratación (modalidad de contrato abierto) se inició en la empresa estatal durante la presidencia Horacio Cartes y continúa hasta ahora, con la diferencia que actualmente destinan más recursos. La última adjudicación data del 2018, durante la administración de Patricia Samudio, por un monto máximo de G. 24.255 millones (también por vía de la subasta a la baja electrónica).
Petropar cuenta con casi 1.000 funcionarios, pero al parecer no dan abasto para su funcionamiento y, además, justifican continuar con este esquema que en su momento incluso fue cuestionado por la Contraloría General de la República (CGR). Denis Lichi, que sigue aferrado al cargo tras el escándalo del acuerdo secreto con Texos Oil SRL, incluso apuró la firma de este contrato de tercerización, de acuerdo con los documentos oficiales.
Es para “hacer de frente a unidades de negocio”, afirman
Desde la Dirección de Comunicaciones de la empresa estatal, informaron que este tipo de licitaciones se realizan en Petropar desde el año 2016 y que hasta la fecha fueron concretados tres procesos licitatorios. “En el año 2016 fue adjudicada la empresa Dynamus Marketing Promocional SA, en el año 2018 fue adjudicada la empresa Jobs SRL y en el mes de diciembre de 2020; el proceso licitatorio fue adjudicado nuevamente a Dynamus Marketing Promocional SA”, reza en el escrito que remitieron a nuestro diario.
Resalta que la petrolera realiza esta contratación a fin de “hacer frente a varias de sus unidades de negocios” que son: Estaciones de servicios propias de Petropar (5 estaciones de servicios propias; ubicadas en Villa Elisa, Ñu Guasu, FAP 1, Mauricio José Troche y San Juan Misiones, además de la venta de gas licuado de petróleo, producción de alcohol absoluto y comercialización de lubricantes. Sin embargo, no aclaran la cantidad de empleados que se contratarán para “las unidades de negocios”, pues se van contratando de acuerdo a “las necesidades”.
Asimismo, resaltaron que actualmente Petropar cuenta con 188 trabajadores tercerizados, entre playeros, administrativos de estaciones de servicios, jefe de estaciones de servicios, encargados de turnos de estaciones de servicio, personal comercial junior, personal comercial senior y representante comercial.
Al mismo tiempo, justificaron que la petrolera estatal es una empresa comercial y “por las unidades de negocio que desarrolla” tiene una alta movilidad de personal, sobre todo playeros y personal de estaciones de servicios. “Esto es a fin de que si existe alguna persona que deba ser cambiada por algún motivo se pueda prescindir de sus servicios y se pueda contratar personal idóneo para estos puestos de trabajos”, agrega.
Por último, indicaron que la modalidad de trabajo de “outsourcing” (tercerización) es sumamente útil, ya que estos personales tercerizados no forman parte del plantel de funcionarios de Petropar y la empresa ganadora de la licitación se encarga del pago de los salarios de los mismos, así como los beneficios establecidos en la legislación laboral, como así también de las indemnizaciones por despidos, seguro social (IPS).
La prensa criticó en su momento que este tipo de contrataciones tercerizadas se utilizan para ubicar en Petropar a “recomendados” o “parientes” de los altos mandos. Sin embargo, Petropar dice que lo sigue usando para atender sus “unidades de negocios”.
Se aferra al cargo
El titular de Petropar, Denis Lichi, se aferra al cargo tras el escándalo del acuerdo secreto que firmó con la empresa argentina Texos Oil SRL, a la que casi obsequian 7 millones de dólares para extinguir una causa judicial. Tras anularse este cuestionado pacto, el caso se definirá en un juzgado. Texos Oil ganó un concurso de Petropar el 10 de diciembre de 2009 para el suministro de gasoíl, pero después resolvieron anular la adjudicación y Petropar alegó que no quería suscribir un contrato de US$ 68.000.000 con una empresa que poseía un capital de solamente 10.000 pesos argentinos. Al no concretarse la firma del contrato, la empresa demandó al Estado (primero en Argentina y después en el país).