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Luis Lavigne, titular de Cadimaco, dijo que las declaraciones de Benítez Petters hicieron que el gremio salga a aclarar que los altos costos no son una decisión antojadiza del sector, sino que se deben a las miles de dificultades que deben sortear para poder proveer de materia prima al sector de la construcción.
“Estas declaraciones del titular de la INC nos obligaron a aclarar a la opinión pública la verdadera situación. El sector tuvo un año complicado porque solo hasta febrero trabajamos normalmente; desde marzo ya nos vimos afectados por las restricciones sanitarias, pero no despedimos a los funcionarios, aguantamos todo y recién en mayo comenzamos a recuperar la facturación”, dijo Luis Lavigne.
Agregó que a eso se suma la fuerte escasez de cemento debido a que las dos fabricas que operan en Paraguay reciben la materia prima por el río y, dado que estaba bajo por la sequía, se apostó por las importaciones. “Este sector también tropezó con dificultades porque no podíamos por el río y por la frontera seca tardaba más porque estaba colapsada y el costo de fletes subía. Todo esto debe tenerse en cuenta en el costo final”, acotó.
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“La INC dijo que arroja 10.000 y pico de bolsas y la demanda del país supera las 100.000 bolsas. Nos sorprende lo del presidente porque nosotros hicimos todo lo posible por abastecer al sector de la construcción. El costo operativo hizo que algunos precios sean modificados: a G. 60 mil nosotros encontrábamos las bolsas y si encontramos un cemento más barato hay que ver cómo ingresó al país”, puntualizó Lavigne.
En otro momento, confirmó que la INC no abastece de manera eficiente a los depositeros e incluso tardan meses para poder cumplir con los pedidos ya pagados.
“Tenemos muchísimas facturas ya pagadas y que la INC no nos entrega. Nosotros tenemos más de 2.000 funcionarios y no despedimos a nadie, estamos sosteniendo los puestos de trabajo, pese al fuerte golpe del sector”, finalizó.