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Como todos los días, el pasado lunes 28, en la Comisaría 4ª de Villa Hayes, se preparaban para el cambio de guardia a primera hora de la mañana. La formación, firme y seria esperaba instrucciones de su jefe, el comisario Vidal Benegas, sin imaginar lo que les esperaba.
La producción para la sorpresa implicó la búsqueda de un traje, una barba postiza y una campana, además de una pequeña broma para “amenizar” el momento.
El comisario Benegas se dirigió al plantel y les comunicó sobre su traslado a otra comisaría. “Es mi última formación con ustedes porque se confirmó mi traslado. Como despedida les traje unos obsequios”, dijo.
“Era una broma, por el Día de los Inocentes que fue ese lunes 28, quería amenizar el ambiente. Entré a mi oficina, me cambié rápidamente y salí vestido de Papá Noel, en bicicleta y con los regalos”, relató Benegas.
Consultado acerca de qué le motivó para esta acción, el comisario señaló: “Me preocupa los problemas ajenos, el día a día de las personas, tengo empatía. A veces se dice que todo está mal en el mundo, pero yo pienso que el mundo está bien, los que conformamos este mundo son los que estamos mal, por diferentes circunstancias de la vida. Si hay gente mala es porque algo anda mal y quise alegrar un poco el día de mis subalternos”.
Benegas dijo que pensó mucho antes de hacerlo por el temor de cómo podría ser tomado su acto teniendo en cuenta su cargo. “Dudé primero pero después dije, si sale bien, sale bien, si sale mal, sale mal, dependerá de los que me juzguen. Los superiores no podemos a veces hacer este tipo de cosas, por el uniforme, el cargo, se puede tomar mal, pero lo hice para compartir con los muchachos y verles reír un poco”, relató.
“Es delicado porque hay que guardar la compostura, una disciplina, no quería que se tome mal. Fue un gesto genuino pero igual siempre estuvo en mi cabeza qué pensarían también mis superiores. Pienso que no hice algo fuera de lugar”, explicó.
Benegas comentó que al idea fue por iniciativa propia y que se encargó personalmente de todos los detalles.
“Quería que todo salga bien. Eso sí, me costó mucho conseguir para mi traje, la barba, la campanita tenía que sonar, pero se logró el objetivo”, dijo entre risas.
“Los muchachos primero estaban todos serios, después ya sonrieron y rieron. Incluso la hija de un oficial pidió foto con Papá Noel”, comentó.
“Fue un año difícil, como los médicos, también la Policía estuvo en primera línea y yo tuve la oportunidad, la dicha de que, desde que empezó la pandemia, la gente de Pdte. Hayes fue muy respetuosa conmigo. Era nuestra responsabilidad el cumplimiento de las leyes, la ciudadanía cumplió y creo que dentro de todo lo malo, la pandemia nos dio una lección. Uno busca la paz social”, sostuvo.
Por su parte, los oficiales y suboficiales coincidieron en que no sabían cómo reaccionar ante la sorpresa de su jefe. Señalaron que primero estaban sorprendidos por noticia de que supuestamente iba a ser trasladado, pero que luego al verlo disfrazado de Papá Noel, fue algo que no olvidarán.
“Fue una gran sorpresa. Fue un año difícil, siempre hay mucha presión y nadie espera un jefe que sea creativo. En 10 años de carrera, es la primera vez que me pasa algo así y fue muy agradable. Todos recibimos regalos, la cocinera y la limpiadora también”, manifestó el suboficial primero Jorge Almada.
Luego de romper filas y entrar en mayor confianza, los oficiales y suboficiales se tomaron fotos con el singular Papá Noel.