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Una noche relativamente tranquila se pasó en el Hospital del Trauma, que tuvo casos que atender a pesar de las restricciones y las constantes campañas para cuidar a los infantes de irresponsables que los inducen a viajar en moto o los exponen a las bombas pirotécnicas.
Los médicos de guardia atendieron 128 casos, de los cuales 33 fueron por siniestros viales, 30 de ellos en motocicletas. Un total de 17 personas ingresaron con signos de agresión, entre ellas también por violencia intrafamiliar.
Lamentablemente, hubo un fallecido del que aún no disponen su identidad.
Las bombas de siempre
Tres personas llegaron hasta el centro asistencial por heridas producidas por petardos. Un niño de ocho años ingresó a las 23:45 proveniente de Mariano Roque Alonso. Un “cebollón” le produjo heridas de consideración en el índice, pulgar y dedo medio y la cara palmar de la mano.
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Otro menor de 12 años, de Villa Elisa, ingresó a las 00:15, víctima de la explosión de un petardo 12x1. Tuvo lesión del cuero cabelludo en región parietal. La herida contusa de 2 cm requirió curación y sutura quirúrgica.
La tercera víctima de las bombas fue un muchacho de 22 años de Capiatá, que entró a la 1:10. Explotó un 12x1 que le produjo una herida contusa desgarrante en cara interna del muslo izquierdo y genitales.
Un paciente baleado
“El doctor Horacio Paredes operó a un paciente baleado que tuvo lesión de la arteria aorta y sobrevivió”, dijo el doctor Saldívar a ABC Color.
El director médico indicó que el movimiento no fue intenso, pero sí hubo casos graves. Comparó las cifras de esta Navidad con lo que ocurrió en 2019: “El 24 del año pasado tuvimos ocho lesiones de petardos; siete eran menores”.
“En la noche pasada, de las 33 víctimas viales, hubo cuatro pequeños accidentados que iban en coche y dos de ellos en moto; de estos últimos, el diagnóstico fue traumatismo craneal leve: una criatura de dos años y una de un año”, remarcó el galeno.
Todo esto ocurrió a pesar de las intensas campañas y recomendaciones de no llevar a pequeños en motos.
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