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El cinematográfico golpe se inició a las 14:51 del sábado, cuando cinco hombres fuertemente armados tomaron por asalto la distribuidora San Blas, situada en la Ruta PY02, en el centro de Mallorquín, 70 kilómetros antes de llegar a Ciudad del Este.
Los malvivientes, encabezados por Benicio Paredes Ramírez (44 años), alias Tapiti, redujeron primero al guardia de seguridad Rafael Ayala González (45), quien ahora se encuentra imputado en carácter de cómplice, ya que en su poder se encontró un celular con el que habría avisado a la gavilla cuándo era el momento de actuar.
El custodio ya venía siendo investigado por haber aparentemente entregado un botín de G. 48 millones, el 30 de agosto pasado, en un asalto en el mismo establecimiento altoparanaense.
Además, extrañamente, el golpe del sábado último se inició justo cuando Rafael bajó de su puesto de vigía ubicado en la terraza de la distribuidora.
Los cinco asaltantes pretendían robar unos G. 1.300 millones, pero rápidamente abortaron su plan al notar la llegada de policías de Investigaciones de Alto Paraná, contra quienes se enfrentaron por varios minutos.
Rehenes
En medio de la refriega, la banda se llevó hacia el fondo de la propiedad a dos rehenes, uno de los cuales pudo ser rescatado por los uniformados.
El otro rehén, Jaime Rodrigo Bobadilla Sánchez (26), lastimosamente fue encontrado muerto en un monte cercano.
El joven presentaba una herida de bala y, además, sufrió al menos 2.000 picaduras de abejas, ya que la persecución se produjo hacia un establecimiento en el que se produce miel.
Las cámaras de seguridad de la distribuidora grabaron el momento en que Jaime era llevado a la fuerza por el cabecilla de los asaltantes, Benicio Paredes Ramírez, alias Tapiti, quien habría sido el que le ejecutó antes de dejarlo cerca del panal de abejas.
Tapiti también murió momentos después al ser alcanzado por los policías.
Los demás miembros
Los policías investigadores tenían identificados hasta ayer a por lo menos otros tres integrantes de la banda de Tapiti.
Uno de ellos es su hermano menor, Héctor Paredes Ramírez (42), apodado Ko’olo, quien es buscado desde hace al menos una década por su participación en la mayoría de los grandes asaltos a cajeros automáticos y transportadores de caudales.
Otro es Mauricio Paniagua Medina (41), quien de hecho también es uno de los criminales más buscados del Paraguay y caracterizado por su precisión en los disparos con fusil.
Marcial González Medina (42) también sería uno de los que entraron a la distribuidora San Blas de Mallorquín y que se enfrentó contra la Policía. Su última captura data del 13 de abril de 2019, tras un golpe en Presidente Franco, aunque un año antes también había sido apresado precisamente en el municipio de Mallorquín con un hermano y un sobrino.
Sobre el quinto asaltante, aún no se conoce su nombre, pero ya se maneja su apodo.
Esta es la misma banda que el 15 de diciembre pasado robó G. 1.120 millones en un asalto tipo comando en Ciudad del Este, a empleados de la empresa Atlantic.