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“Ojalá puedan rever esta situación como el tema del transporte. No sé por qué el fútbol se convirtió en todos los males”, dijo este martes Lansac en conversación con ABC. El uso de las canchas sintéticas está nuevamente prohibido desde el pasado lunes, después de una consideración que duró poco más de un mes.
Esto desató la indignación y la furia de los propietarios de estas canchas, que no tuvieron ingresos en gran parte del año. Lansac, abogado que representa desde hace meses a los miembros de la asociación, contó que muchos están hartos del ninguneo del Ejecutivo y que algunos se plantean cerrar. Ayer informó que unas 150 empresas plantearon ir a la quiebra y que se inició el proceso para desvincular a 253 personas que trabajan en el gremio.
“Ellos aplicaron los protocolos y, con la trazabilidad que tienen, no tuvieron ningún caso de COVID-19”, manifestó el abogado sobre los propietarios de las canchas. Detalló que llevaron adelante procesos judiciales, como amparos y pedidos de inconstitucionalidad para poder abrir, pero que esto se les negó.
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“Nosotros estábamos buscando una medida cautelar que levante los efectos. Nosotros habíamos elegido el amparo porque considerábamos que iba a ser más rápido (…) La jueza había rechazado el amparo argumentando que el derecho a la vida estaba primero”, agregó.
Existe, sin embargo, una leve probabilidad de que el Gobierno los escuche. Lansac contó que ayer recibió una llamada del viceministro de Empleo, Daniel Sánchez, y que le prometió interceder para buscar una solución al caso, que para los dueños no es más que la reapertura de sus locales.
“Yo sugerí pelear, pero algunos ya no tienen ganas. Van a liquidar lo que tengan, pagar los salarios y después la deuda de los proveedores”, concluyó Lansac.
Ayer, Felipe del Puerto, presidente de la Asociación de Canchas Sintéticas, manifestó que son más de 4.000 empleados los afectados por esta nueva restricción que no podrán recibir sus aguinaldos. La medida, en principio, se extiende hasta el 10 de enero.