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“Estamos en tiempos difíciles, tal vez los de mayor incertidumbre a nivel mundial. Hemos cambiado nuestro ritmo de vida, nuestras salidas, reuniones con amigos, hemos cambiado abrazos por codazos, la empatía se refleja a través de una máscara que cubre nuestra sonrisa y que la buscamos en los ojos. Ha sido un año para convertirnos en maestros, psicólogos, cuidadores de salud, en emprendedores”, manifestó la licenciada Olga González, psicóloga clínica.
“Nos hemos distanciado de las personas que más amamos, y nos hemos acercado necesariamente en la convivencia diaria en casa (para algunos esto fue sin duda un desafío). Hemos cambiado de oficio, o incorporado un nuevo ritmo de trabajo, algunos quedaron con casi nada, mientras otros vieron una gran oportunidad de animarse a hacer lo que no se decidían a emprender”.
Algunas personas en medio de todo ésto han pasado por problemas graves de salud, no sólo por el covid-19, sino por otras enfermedades o situaciones, más de uno ha tenido que ver partir a alguna persona querida cercana o conocida. Inclusive la despedida, los velorios, la contención de los amigos han sido diferentes, sin dudas una situación que jamás pensamos pasar.
La pérdida de un ser querido
“El duelo es la respuesta natural a la pérdida de cualquier persona, cosa o valor con la que se ha construido un vínculo afectivo, y como tal, se trata de un proceso natural y humano y no de una enfermedad que haya que evitar o de la que haya que curarse”. (Alba Payás).
Podemos ver la pérdida como una parte natural de la vida, pero aún así nos pueden embargar el golpe y la confusión, lo que puede dar lugar a largos períodos de tristeza y depresión.
Según la licenciada, el proceso de pérdida de un ser querido en el contexto actual puede tener importantes consecuencias debido a la falta de preparación psicológica para el trance.
Tenemos la costumbre de considerar al miedo, la confusión, el enojo, la tristeza, la ansiedad y la preocupación, como emociones negativas o indeseadas.
Sin embargo, las emociones son respuestas esperadas ante situaciones de emergencia. Esto hace que la atención de un duelo en situaciones especiales como la pandemia por covid-19 nos presente retos particulares. Una pandemia nos afecta a todos, por eso, al igual que en otras crisis sanitarias o catástrofes naturales, los estados afectivos o emocionales de las personas, pueden impactarnos y afectarnos. por eso, al igual que en otras crisis sanitarias o catástrofes naturales, los estados afectivos o emocionales de las personas, pueden impactarnos y afectarnos.
La psiquiatra Elizabeth Kübler Ross, identificó 5 pasos que experimenta la persona ante la pérdida:
–Negación o rechazo de la realidad; (no lo puedo creer, parece que está de viaje nomás y en cualquier momento va a llegar).
–Ira, (la persona se siente enojada consigo mismo, con los demás y hasta puede ser con el ser querido que partió).
–Fase de negociación o compromiso, que consiste en la revalorización de los recursos y realidad propios; (bueno, ahora ¿qué vamos a hacer con esto?).
–Fase de depresión (la persona puede alejarse, llorar, estar muy triste y desganada).
–La última fase, la de aceptación del duelo, (la conciencia de que la muerte no la podemos evitar y que la vida sigue).
Algunas recomendaciones para estos días
La licenciada destaca que es difícil no llorar, no extrañar, no recordar, para esto recomienda:
–Mira tu alrededor y especialmente a las personas que tienes a tu lado, a las que sí están, y que disfrutes de ellos en la medida de lo posible.
–Intenta hacer las cosas sin pensar mucho, que sea un día más, una cena en familia, sin muchas expectativas por “estar bien”, sin deleitarte demasiado en los recuerdos, pero esforzándote en pasarla lo mejor que puedas ahora. Y si quieres llorar, llora, pero no te detengas en ello.
–Acepta y agradece cada saludo, hasta aquellos que te parezcan ridículos como el de “FELIZ NAVIDAD”, recuerda que la gente manifiesta su cercanía y amistad como puede no siempre como lo necesitas.
–Refúgiate en el amor de quienes te aman y amas, ya verás que de a poco aunque no olvides el dolor se irá acomodando pues la vida es un constante devenir.
–Acepta y habla sobre tus sentimientos. Es normal sentir tristeza, rabia, frustración y hasta agotamiento.
–Habla de la persona querida, resistirse a recordar evoca más pensamientos persistentes sobre el mismo.
–Haz planes y rutinas, evita estar todo el día en la cama, camina, haz ejercicio, aliméntate bien, intenta ser regular con tus obligaciones, recuerda que la tristeza será tu compañía un tiempo, pero de a poco el sentimiento mermará.
Y para finalizar, la psicóloga dice: “El filósofo Horacio afirmaba que ‘en la adversidad, salen a relucir recursos que de otra manera no hubieran aparecido’. Confía en tu capacidad y en tus recursos personales para poder adaptarte a esta situación. Si sientes que tus emociones te abruman o que no puedes superarlas, quizás hablar con un profesional de salud mental calificado como un psicólogo, que podría ayudar a lidiar con sus sentimientos y recuperar el rumbo para salir adelante”.