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Las fiestas de fin de año siempre se ven empañadas por casos de lesiones ocasionadas por petardos, muchos de ellos afectando a menores de edad, y el director del Centro Nacional de Quemaduras, doctor Saúl Zaputovich, recordó que los casos de ese tipo que se atiendan serán reportados al Ministerio Público para su investigación.
El doctor Zaputovich señaló que es rutina comunicar a la Fiscalía casos de quemadura, “y con más énfasis en las fiestas de fin de año”.
Los padres o tutores legales de niños lesionados por petardos se exponen a severas multas o incluso penas de cárcel, además de la posibilidad de ser despojados de la tutela de sus niños.
En otro sentido, el doctor Zaputovich advirtió del peligro de manipular petardos si uno usa alcohol en gel en las manos, una sustancia cuyo uso en la población se ha disparado en el marco de la pandemia de covid-19.
El peligro, señaló, es que la llama que ocasiona el alcohol en gel al entrar en contacto con el fuego es casi invisible, lo que puede causar graves lesiones antes de que la persona afectada siquiera se percate del fuego.
“La pirotecnia inocente no existe”, agregó el médico, señalando que algunos de los casos más graves atendidos por el Centro de Quemaduras en años anteriores se debieron a petardos comunes como el llamado “fosforito”.
Campaña de padres de niños autistas
Miriam Carvallo, de la Asociación Paraguaya de Padres de Personas con Trastorno del Espectro Autista, informó que se está llevando adelante una campaña de concienciación sobre la forma en que el uso de petardos afecta a niños con hipersensibilidad auditiva.
“Muchos niños procesan la información de manera diferente, perciben todos los sonidos a su alrededor al mismo nivel y les cuesta procesar”, comentó Carvallo.
Agregó que debido al estruendo de los petardos durante las noches de Navidad o Año Nuevo, muchas familias ven a sus hijos con autismo sufrir crisis o hasta convulsionar, por lo que se ven obligados a encerrarse para resguardarlos.