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CAPITÁN BADO (Gilberto Ruiz Díaz, corresponsal). El feminicidio sucedió alrededor de las 18:30 del martes en el interior de una vivienda ubicada en la colonia Mariscal López del distrito de Capitán Bado, departamento de Amambay.
La víctima fue identificada como Claudelina Chaparro Gauto (28), mientras que el supuesto victimario fue Elvio Ramón Quiñónez Bogado, de 26 años, contra quien había una orden de restricción, de no acercarse a la joven.
Luego de cometer el violento hecho, Elvio Quiñónez se dio a la fuga y hasta el cierre de nuestra edición continuaba prófugo.
De acuerdo con los datos proporcionados por fuentes policiales del puesto Nº 25 de colonia Piray, Quiñónez fue visto por los vecinos, desde antes de la hora del crimen, merodeando sobre una motocicleta de color negro con azul en la zona.
En una de las vueltas que dio por el lugar notó que Claudelina Chaparro estaba sentada frente a su domicilio, por lo que se acercó hasta ahí ya con un arma de fuego en la mano. La mujer, al notar la presencia de Quiñónez, se levantó y empezó a correr con intención de refugiarse dentro su casa.
El hombre bajó de la moto y siguió a la joven mientras disparaba su arma contra ella. Claudelina recibió varios balazos en el cuerpo y cayó desvanecida a pocos metros de la puerta principal de su vivienda.
Luego de culminar el ataque, Elvio Quiñónez salió de la casa y subió nuevamente a bordo de la moto para darse a la fuga.
Los vecinos del sitio avisaron a la policía, cuyos agentes acudieron rápidamente. Después rastrearon al victimario, pero solo hallaron la moto, en la casa de su tía de nombre Lucía Bogado, quien informó que Elvio huyó hacia una zona boscosa.
El fiscal Leonardo Cáceres ordenó la búsqueda y detención de Quiñónez y el traslado del cuerpo de la víctima a la morgue del hospital de Capitán Bado.
Violencia y robo
El 26 de julio de este año, alrededor de las 17:20, Claudelina Chaparro fue hasta la comisaría local y denunció a Elvio Quiñónez.
La joven había señalado en su queja que Elvio se había acercado hasta una despensa en la que ella estaba realizando compras y que luego comenzó a agredirla de manera verbal y física.
Incluso, en un momento dado, la tomó del brazo y la echó al suelo para después propinarle golpes de puño y puntapiés, dijo. Posteriormente, Quiñónez se apoderó de la motocicleta de la joven, de marca Leopard 150 cc, que presumiblemente fue la misma con la que se movilizó para cometer el feminicidio, y abandonó el lugar dejando a su expareja gravemente herida en el suelo en aquella ocasión.