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La Ley 6256, que prohíbe las actividades de transformación y conversión de superficies con cobertura de bosques en la Región Oriental, es conocida como la “Ley de Deforestación Cero” y fue promulgada en 2004 e impide realizar actividades de transformación o conversión de superficies con cobertura de bosques en la Región Oriental del Paraguay. El fin de dicha ley es proteger los remanentes boscosos, que incluye en su gran mayoría a la ecorregión del Bosque Atlántico de Alto Paraná, por su importancia ecológica y productiva para el Paraguay y el mundo, afirman sus defensores.
Indicaron que la extensión de la ley permitirá dar un tiempo suficiente para la recuperación de los bosques altamente degradados, alterados y dar un tiempo para que se puedan reconectar y recuperar su funcionalidad, poder establecer un mecanismo financiero para que los tenedores de bosques reciban los beneficios establecidos por ley en los regímenes de servicios ambientales y que las condiciones de las instituciones que salvaguardan el patrimonio natural de estos bosques se fortalezcan.
“Tuvimos respuestas positivas tanto en Senadores como en el Poder Ejecutivo, pero lo que solicitamos al Gobierno enfáticamente es que se prohíban los cultivos en las zonas que se quemaron y que están quemando actualmente, es necesario que se recupere naturalmente, urge la recuperación de nuestros bosques”, manifestó Lucy Aquino, de WWF.
Con el objetivo de impulsar la ampliación de la ley, representantes de las organizaciones “A Todo Pulmón” y “WWF” se reunieron el pasado 29 de octubre con representantes de la Vicepresidencia de la República, Infona, Mades y la Conaderna. También lo hicieron con la presidenta y el director jurídico del Iinfona y con la presidenta de la Organización Paraguaya de Cooperación Intermunicipal (Opaci) para incluir en la propuesta legislativa la exoneración de impuesto inmobiliario a las zonas con bosques nativos.