Beber y acelerar, mala combinación

En conversación con el Dr. Agustín Saldívar, director del Hospital de Trauma, hace notar que apenas se inicia el mes de diciembre las personas aumentan la velocidad del acelerador de su vehículo y de sus acciones. Así ponen en riesgo su vida y la de los demás.

Agustín Saldívar, director del Hospital de Trauma.
Agustín Saldívar, director del Hospital de Trauma.ABC TV

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Apenas se inicia diciembre aumentan los accidentes de tránsito, y más los fines de semana. Cuántos jóvenes pierden la vida o pierden las extremidades. Una verdadera lástima.

El director del Hospital de Trauma brindó algunas cifras para comprender la situación. “En las dos últimas semanas empezaron a aumentar los accidentes, de a 100 el número final al cierre de la semana. De 1.633 pacientes que teníamos hace dos semanas, ayer cerramos con 1.757pacientes asistidos en una semana. Y también la cantidad de fallecidos: la semana anterior tuvimos 7 fallecidos, este fin de semana 9 fallecidos, dos por moto, desgraciadamente uno de ellos es un niño”, lamentó.

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Hay situaciones que se miden a lo largo del año. “La cantidad de pacientes asistidos en el año (...) Tenemos que en el último mes empieza a igualar prácticamente entre los meses de enero y febrero. En una curva se nota que en este momento prácticamente igualamos las cifras de enero y febrero cuando se llega al promedio de 10 mil pacientes asistidos. Fueron casi 8 mil pacientes asistidos en el mes ahora con el agravante de que en diciembre la gente aprieta un 20% más el acelerador en sentido general. No solo el acelerador de su vehículo, también el que anda en la calle y los movimientos citadinos y rurales, porque la gente va a cerrar el año y los números”.

El director médico, en tono de súplica, pidió a la gente prudencia. “Porque si somos imprudentes va a haber un miembro menos de la familia en la mesa de fin de año, esa es nuestra preocupación”.

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Con secuelas

El año pasado, el Hospital de Trauma tuvo al cierre del año 2019 “396 pacientes fallecidos en un año, y le sumamos a esa cifra un 25% más para obtener el número de gente que queda con secuelas, muchos graves, en estado vegetativo. Así quedan 420 personas por año”.

Cerrando el mes de noviembre ya “hay 336 fallecidos, y más 20% para obtener el dato de los que quedan con secuelas, estamos orillando el número del año pasado. Este año tuvimos pandemia y la gente se comporta igual, en pandemia o sin pandemia”, aseveró.

Insufribles estruendos

Este año se suma a la campaña de no a las bombas el tema del ruido molesto que producen. Desde el hospital referente insisten en que hay que proteger a niños autistas y a los animales que sufren por los estruendos. La gente que pierde las manos o alguna parte de su anatomía. “Estamos trabajando con el Dr. Balmelli y Jesús Marín en un programa”, comentó el médico.

Seres humanos y animales sufren con las bombas y las secuelas que pueden producir. El Dr. Saldívar recordó que “el año pasado cerramos con más de dos docenas de pacientes que tuvieron lesiones por quemaduras en el rostro, en las manos. Un pequeño de dos años que perdió un dedo del pie, cuyo abuelo tiraba los cebollones. Tuvimos pacientes con quemaduras en rostro y cuerpo”.

“Hay uno o dos casos de esos por mes, de pequeños o grandes. Este año nuestra campaña incluye no solo que protejamos nuestras manos, pedimos que no les torturen a los autistas, a los animales, que sufren por los estruendos. Los fuegos artificiales lesionan, queman o amputan dedos y manos”, refirió

El alcohol de siempre

La prudencia implica que “haya un conductor designado cuando van a salir de farra, entre muchos; utilizar los medios alternativos de transporte digitalizados, el taxi, y sobre todo la conciencia. Si uno chupó -voy a decir groseramente-, se emborrachó, que se quede en una silla o hamaca pero que no tome un manubrio de moto o el volante de automóvil. Se va a apeligrar a sí mismo y a gente inocente que no tiene nada que ver con su alegría desmesurada. Va a haber un accidente, ocurre a diario”, comentó.

Cuidemos la vida

Así como nos cuidamos del COVID, cuidemos nuestra conducta para no apeligrarnos ni caer en desgracias.

“Se pierden, se siegan vidas, la vida es única, tenemos que vivirla, llevar una vida saludable. La libertad nos permite a nosotros disfrutar, pero respetemos las normas y recomendaciones”, finalizó.

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