Lamentan que corrupción imperante no se detenga ni ante una pandemia

El presbítero Miguel Fritz, de la Congregación Oblatos de María, lamentó que la corrupción imperante en el país no se haya detenido ni ante la pandemia del covid-19. Afirmó que “aprovecharse de la necesidad, de la pobreza, de la enfermedad, de la miseria, es lo más vil que podemos imaginarnos”.

Algunos devotos  estuvieron en la explanada de la Basílica. El sitio estaba cerrado y con vallas.
Algunos devotos estuvieron en la explanada de la Basílica. El sitio estaba cerrado y con vallas.

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CAACUPÉ, Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El presbítero Miguel Fritz presidió ayer la celebración litúrgica dedicada a los pueblos indígenas en el marco del segundo día del novenario en honor a la Virgen de los Milagros. El religioso lanzó fuertes críticas contra la corrupción imperante en todos los estamentos de la sociedad.

Indicó que el tapabocas nos tapa la mitad de la cara, “pero eso hace que nos miremos con más atención a los ojos y que veamos las injusticias y la corrupción imperante”, dijo.

Señaló que ambos males están incluso antes del coronavirus, y el papa Francisco los nombró como un virus social. “Una corrupción que ni siquiera se detiene ante esta realidad de la pandemia y no se avergüenza de aprovecharse de ella”, expresó.

Afirmó que aprovecharse de la necesidad, de la pobreza, de la enfermedad, de la miseria, es lo más vil que podemos imaginarnos.

El sacerdote que trabaja en la zona del Chaco indicó que lo que parece hacer “vivir bien” para algunos aprovechadores está muy lejos del buen vivir o buen convivir que nos enseñan los pueblos indígenas. Añadió que el covid-19 nos enseñó que ante dicha enfermedad todos somos iguales, todos podemos enfermarnos y la importancia de estar atentos a lo pequeño, minúsculo e invisible.

En otro momento de su reflexión, el religioso habló sobre un frente sojero, al que calificó como una de las grandes amenazas a la naturaleza en estos tiempos. Algunos incluso hablan de la “república de la soja”. Es un pecado que una planta tan nutritiva y valiosa como es y era la soja, se haya transformado en un peligro para la tierra, el agua, el aire, animales y hasta el mismo ser humano”, señaló.

Fritz señaló que actualmente a la fuerza son desplazadas poblaciones humildes para favorecer las plantaciones de soja, como ocurre en algunas comunidades indígenas, quienes son tachadas como frenos de un supuesto desarrollo.

Expresó que algunas comunidades son amenazadas o afectadas por desalojos, muchas veces violentos e injustos. Es horroroso ver cómo supuestos profesionales de la justicia se prestan a chicanerías imputando a líderes indígenas, por supuesta invasión de tierras o incluso por ser terroristas. Así como actos brutales de desalojo, sin las mínimas condiciones de seguridad o cumplimiento de los protocolos sanitarios, como uso de tapabocas o distanciamiento social, indicó.

Nuevas medidas restrictivas

El Poder Ejecutivo promulgó ayer el decreto N° 4410 por el cual amplía el decreto N° 4330 del 13 de noviembre último, en el que se establecen nuevas medidas específicas en el marco del Plan de levantamiento gradual del aislamiento preventivo general en Caacupé.

Una de las disposiciones del documento es que no estará permitido el funcionamiento, del 4 al 9 de diciembre próximos, de comercios no esenciales y locales gastronómicos en el perímetro de tres cuadras a la redonda de la Basílica y el Tupãsy Ykua, para evitar el posible contagio con covid.

No existe la voluntad para mejorar

El presbítero Miguel Fritz expresó luego en conferencia de prensa que no hay voluntad política para mejorar las condiciones de las comunidades indígenas porque simple y llanamente los políticos y autoridades están con los que manejan la plata y tienen el poder. Eso se ve perfectamente en la política actual, sin mencionar el gobierno anterior. “Son los grandes empresarios y terratenientes los que manejan el país” indicó.

Luego de 33 años de tradición ininterrumpida, los indígenas no peregrinaron ayer a Caacupé, debido a las medidas sanitarias para evitar el contagio masivo del coronavirus. El sacerdote indicó que los pueblos indígenas comprenden perfectamente, pero esto no hizo que perdieran sus valores tradicionales como la vida comunitaria y la solidaridad, entre otros.

El religioso valoró asimismo los grandes avances que tuvieron en el hecho de mantener las tradiciones y su cultura como la Academia Lingüística Nivaclé que es un ejemplo para otras etnias.

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