Cargando...
Los allegados de Robert Fabián Marín exigieron que no se le dé a Gregorio Morales 10 días de tiempo para permanecer en la sede de Investigaciones, sino que se lo traslade a la Penitenciaría de Tacumbú con celeridad y sin dilaciones.
Expresaron que si tantas veces el hombre ha demostrado que “entra y sale de la cárcel como en su casa”, precisamente por eso no se le debe dar este tiempo, que podría utilizar como ventaja para burlar una vez más la prisión.
Felicita Marín, tía del joven asesinado, dijo que les preocupa que un hombre con frondosos antecedentes no sea trasladado de inmediato a la cárcel.
No creen en diagnóstico
Sobre el argumento de que Morales se encontraría mal de salud, afirmó que no creen en el diagnóstico médico, pero que en todo caso “si está mal, también en la cárcel hay médicos que le pueden asistir, y si tiene tanto dinero, pues que le cobren los médicos y le atiendan ahí”, remarcó.
“¿Él se levantó entonces de su cama para ir a matar a un inocente?”, cuestionó Felicita, quien además criticó que el imputado haya sido llevado la noche de su detención al sanatorio privado San Lucas, donde un médico le dio el mismo diagnóstico que su abogado ya había anunciado.
“Yo le pregunto al médico que lo atendió: ¿Por qué lo diagnosticó así? Nosotros no creemos en el diagnóstico de ese hombre, que Dios nos perdone si estamos errados”, expresó Felicita Marín.
Denuncian privilegios
Robert Marín, padre de Fabián, lamentó que Morales esté gozando de privilegios que no debería.
Recordó que existen audios en que Morales habla con el exministro de la Corte Miguel Óscar Bajac desde la cárcel de Tacumbú. “Eso es imponderable. Además, ahora tiene el privilegio de estar en Investigaciones por 10 días. ¿Por qué? Si el protocolo normal es de 24 horas y luego debe ser remitido a Tacumbú”, repudió el padre del fallecido.
Hablan de premeditación
Se refirió además a Cinthia Burgos, pareja de Papo Morales. Dijo que es “cómplice y tan culpable como el asesino. Los dos son autores del hecho. Esto fue premeditado”, sostuvo el padre.
Señaló que tiene como testigo a un joven que intentó auxiliar a su hijo y que en sus últimos momentos de vida Fabian decía que le habían disparado por celos.
Además, la doctora que lo socorrió le preguntó por qué le hicieron esto y en ese momento Fabián volvió a responder que le habían herido por celos, según relata el padre.
Por su parte, Alberto Marín, abuelo del joven asesinado, contó que prácticamente Fabián fue criado por él y que era como su hijo, pues vivía en su casa desde niño.
“Es un tremendo dolor. Esa noche se despidió de mí, me dijo que iba a salir un ratito, le dije: ‘Andate y cuidate’, y pasó esto. A la mañana me llegó la noticia”, relató el abuelo.
En tanto, los primos y amigos de Fabián exigieron en forma unánime pruebas médicas públicas y no privadas para Papo Morales.
Recordaron a Robert Fabián Marín como un deportista dedicado al fisicoculturismo, que trabajaba en el negocio de eventos de su familia.
Robert Fabián Marín, de 23 años, fue asesinado el lunes por la noche en el interior de un vehículo en el barrio San Pablo de Asunción.
Es sindicado como autor Gregorio Papo Morales, quien se había encontrado con el joven en el lugar. Luego de ocurrir los disparos, Morales y su pareja Cinthia Burgos huyeron del sitio y se atrincheraron en un motel de la ciudad de Lambaré, donde posteriormente fueron capturados por efectivos policiales de Homicidios.