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PEDRO JUAN CABALLERO (Gilberto Ruiz Díaz, corresponsal). El macabro hallazgo ocurrió ayer a las 09:00 a un costado de un camino rural de la colonia Y’ambue 204, que queda a siete kilómetros del tramo de la Ruta PY05, a su vez 12 kilómetros antes de llegar al centro de esta ciudad, la capital del departamento de Amambay.
Dos de los cuerpos desenterrados corresponden a Riad Salem Oliveira y Muriel Moura Carneiro Correia, quienes serían sobrinos políticos del veterano capo de la mafia fronteriza, Fahd Jamil Georges. También fue recuperado el cadáver del guardaespaldas de ambos, Felipe Bueno. Las tres víctimas son de nacionalidad brasileña.
El cuarto hombre asesinado y arrojado a la fosa es el paraguayo Cristian Gustavo Torales Alarcón, quien trabajaba como chofer del casino Guaraní, que funciona en el lado paraguayo de la frontera y que pertenece justamente a Fah Jamil.
Todos fueron torturados hasta la muerte con bolsas de hule por la cabeza. Uno de ellos incluso tenía una varilla de hierro atravesada al cuello. Otro fue rematado con un disparo.
Los tres brasileños y el paraguayo estaban desaparecidos desde el lunes de noche, cuando fueron raptados presuntamente en Ponta Porã, la ciudad brasileña vecina.
Al día siguiente, el martes, aparecieron quemados en Pedro Juan Caballero el automóvil Toyota Etios que usaba Cristian Gustavo Torales Alarcón como una especie de remís del casino Guaraní, según dijo su viuda a la Policía de nuestro país, y el Volkswagen Polo azul registrado a nombre del ya fallecido Clerio Carlos Correa, padre del ahora asesinado Muriel Moura Carneiro Correia.
Lo que se presume es que los dos primos y el guardaespaldas fueron capturados cuando estaban cerca del casino Guaraní. El chofer paraguayo habría sido una víctima colateral que estaba en el lugar equivocado.
Exterminio
Según la investigación que se maneja en Brasil, y de la cual se hicieron eco varios medios de prensa de ese país, el secuestro, la tortura y el asesinato de estas cuatro personas habría sido el inicio de un operativo de exterminio emprendido presuntamente por una célula del grupo criminal brasileño Primer Comando da Capital (PCC), que tiene la misión de controlar definitivamente el tráfico de drogas y armas en la frontera.
Para ello, necesariamente, tiene que eliminar al poderoso clan Jamil, que a su vez es una de las últimas grandes estructuras activas, luego de la muerte de Jorge Rafaat Toumani (en 2016), la extradición de Jarvis Chimenes Pavão (en 2017), la captura en Brasil de Elton Leonel Rumich Da Silva, alias Galán (en 2018), la detención en Brasil de Sergio de Arruda Quintiliano, alias Minotauro (en 2019) y la expulsión de Levi Adriani Felicio (en 2020).
Los líderes del clan Jamil, Fahd Jamil Georges y su hijo Flávio Correia Jamil Georges, ni siquiera pueden reaccionar ante esta ofensiva iniciada en su contra por el PCC porque se encuentran fugitivos desde junio de este año, cuando la Policía Federal hizo una gran batida en la frontera en busca de ambos, quienes están acusados por una serie de homicidios.