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Arbo conversó este miércoles con ABC y manifestó desconocer si hubo casos de reinfección de coronavirus en Paraguay, lo que sí se está dando en otros países en un muy bajo índice de proporcionalidad. Sin embargo, aclaró que esta es una cuestión que podría ocurrir.
“En el caso de lo que sería un segundo episodio de infección es algo que no debe sorprender. Hay reinfecciones en diferentes entidades que son únicas. Siempre habrá un lote de pacientes que lo va a presentar”, dijo el exministro de Salud.
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Sin embargo, expresó que un diagnóstico positivo después de haber dado negativo durante un tiempo tras haber tenido la enfermedad (reinfección) podría estar vinculado a falencias en el procesamiento de pruebas.
“La frecuencia del diagnóstico erróneo es inherente a toda actividad humana. Lo que los médicos hacen es adelantarse al diagnóstico y cualquier tos o síntoma lo atribuyen a este virus, pero eso puede ser, así como no serlo”, indicó.
En Paraguay hay alrededor de 10 casos que reúnen las características de una reinfección de COVID-19, dijo ayer Guillermo Sequera, director de la Dirección de Vigencia de la Salud. Sin embargo, aclaró que es muy complejo confirmar si se trataría de una reaparición del coronavirus, ya que podría tratarse de otras enfermedades.
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Cautela con vacunas
En otro momento, Arbo calificó de “favorables” los anuncios de las nuevas vacunas de Pfizer, con una efectividad del 90%, y la de Moderna, con el 95% de efectividad. Sin embargo, pidió cautela porque no se sabe cómo va a reaccionar en grupos masivos de cientos de miles de personas.
“El problema de las vacunas de Pfizer y Moderna es que usan fracciones genéticas y eso se inyecta a las personas. Sabemos que en 30.000 personas no produce efectos indeseables, pero no sabemos si en 100.000 ó 200.000 personas va a tener efectos indeseados”, detalló.
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El médico precisó que la fracción genética utiliza un factor humano que implica “una nube dentro de esta generación de vacunas. Esas fracciones genéticas pueden combinarse con fracciones genéticas del huésped y generar efectos indeseados”, como enfermedades que no se habían manifestado.
Por último, Arbo indicó que “estamos lejos” de indicar cuál tratamiento fue más efectivo en el combate al COVID y en torno a la unificación del mismo.
“La situación se vuelve difícil porque los pacientes no reciben la misma medicación. No tenemos ninguna medicación que haya demostrado que sea efectiva solo en el país”, concluyó.
En Paraguay, hasta ayer, se registraron 1.613 decesos por coronavirus, con 72.857 casos confirmados desde el 7 de marzo de este año. Los recuperados suman 52.182, de acuerdo a datos del Ministerio de Salud.