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Incluso pese al duro golpe que sufrieron los suelos del Chaco paraguayo por la histórica sequía que ocurrió este año, lograron avances en el rubro de la soja, que está dando resultados y ciertas esperanzas de recuperación de un año que fue “solo para sobrevivir”, según describió Norbert Dueck, técnico del Servicio Agropecuario de la Cooperativa Chortitzer.
El técnico comentó que es muy difícil saber de cuánto será la superficie que sembrarán este año, pero que, según sus estimaciones, en esta zafra se llegará en el Chaco a 30.000 o 40.000 hectáreas en el mejor de los casos. En tanto, solo en el Chaco Central se podría llegar a 20.000 hectáreas.
Rotación de pasturas
El experto comentó que están implementando un sistema que podría ser el futuro para la agricultura y la ganadería. Se trata de la rotación de pasturas para la integración de la agricultura y la ganadería, para así aprovechar la situación después de la seca histórica que tuvimos.
La rotación de pasturas consiste en hacer algunos años de agricultura, volver a sembrar pastura y así sucesivamente. “Esa rotación creo que puede ser el sistema del futuro para la agricultura y ganadería del Chaco”, explicó Norbert Dueck.
En cuanto a la soja, llevan ya cinco años trabajando en forma comercial, produciendo la planta para la exportación a mercados tradicionales.
Apuntas a plantas resistentes
El experto comentó que, si bien los agricultores son conscientes de que suelen tener años secos en el Chaco, por otro lado la tecnología está avanzando y cada vez es más posible minimizar el riesgo teniendo en cuenta las buenas prácticas agrícolas y también las variedades. Un eje de investigación interesante que también quieren abordar próximamente se relaciona con las variedades de plantas resistentes a sequía y salinidad, de manera a producir independientemente de las condiciones climáticas.
La integración de la agricultura en la ganadería ha mostrado resultados muy positivos para ambos rubros y podría ser el camino para salvar a ambas industrias, pues podría darse tanto la recuperación de pasturas y el mejoramiento del suelo como también la creación de valor del grano de la soja.
“La única forma es diversificar para minimizar los riesgos y aumentar la productividad”, manifestó Norbert Dueck.