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De acuerdo a la investigadora de la Unidad de Delitos Informáticos, los usuarios de internet deben estar cada vez más atentos, pues incluso ser parte de un grupo de Whatsapp en el que otras personas comparten contenido de pornografía infantil, puede ser objeto de investigación por parte del Ministerio Público.
“Ya tuvimos allanamientos que se originaron por investigaciones según un grupo, una imagen ya es pornografía infantil. Si una persona ve que se comparte pornografía infantil en un grupo, debe eliminarlo directamente y denunciar el hecho”, aclaró la agente fiscal, en contacto con ABC Cardinal.
Basta una sola imagen
Recalcó que basta una sola imagen de un menor expuesto en su intimidad física compartida para tener serios problemas con la justicia, pues ya es considerada pornografía infantil. “Como adultos sabemos que está mal y no podés compartir bajo ningún concepto”.
Señaló que tan solo este viernes, a su unidad fiscal llegaron 50 causas por abuso infantil, por lo que es una realidad que esta conducta existe en gran cantidad en nuestro país.
Las denuncias, explicó la fiscala, vienen desde una ONG de Estados Unidos. “De ahí identifican cuando se van compartiendo estos materiales mediante correo, redes sociales, mensajería”, especificó la investigadora.
“Es una puerta al abuso”
A criterio de la agente, “la pornografía infantil es la puerta para el abuso sexual. Todo empieza por el morbo”.
La investigadora comentó a los autores de la difusión de pornografía infantil se la detecta por medio de la descarga desde un software. “Por este medio descargan no solo pornografía, también hay música, videos, pero entre eso está la pornografía infantil, con inteligencia artificial se detecta y saltan alarmas”, detalló la fiscala Irma Llano.
Enfatizó que en la normativa vigente de Paraguay, tenemos penalizada la distribución, producción, entre otras conductas relativas a la pornografía, y que lo único que no está penalizado es mirar el material en línea.
En cuanto a la expectativa de pena, los autores podrían ir a prisión de 3 a 10 años, dependiendo de la modalidad del delito que cometan.
Padres deben estar alertas
Llano recomendó a los padres controlar los dispositivos electrónicos de los menores y “que nos llame la atención cualquier cambio de comportamiento, o si tienen claves que no quieren que sepamos”.
Advirtió que con la pandemia, los niños tienen un uso masivo y sin control de la tecnología, y acceso ilimitado, mientras que los padres no saben cómo manejar la tecnología, ni cómo instalar un control parental, por lo que sin quererlo, ponen en peligro a sus hijos.
“Para poder educar a los niños necesitamos nosotros educarnos primero. Como padre necesito manejar las aplicaciones para que pueda controlar a mi hijo”, aconsejó la fiscala.