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El índice de confianza sobre el crédito se ubicó en 57 puntos en el tercer trimestre del año y mostró una mejora significativa frente a los resultados de los trimestres anteriores de 37 y 42 puntos del primer y segundo trimestre, respectivamente, de acuerdo con los resultados de una encuesta elaborada por el Banco Central del Paraguay (BCP). Esta mejora se atribuye a las medidas de flexibilización de normas sanitarias que permitió, entre otras cosas, la apertura de las fronteras con Brasil, una mayor movilidad de las personas y la reactivación más rápida de la actividad económica, detallaron los técnicos de la banca matriz, en conferencia de prensa.
Desde el mes pasado se relajaron las medidas sanitarias permitiendo mayor desplazamiento de las personas y apertura de segmentos clave como el comercio en las fronteras.
Cabe mencionar que el BCP ajustó al alza sus proyecciones sobre el producto interno bruto (PIB) para este año, desde una caída del 3,5% a un bajón de solo 1,5% por las señales de reactivación que se está observando en varios sectores.
A pesar de que hay un clima más alentador para la entrega de préstamos en los próximos meses, aún el 50% de los encuestados considera que la coyuntura actual aún no es óptima para conceder créditos, aunque esta respuesta mejoró con respecto a las encuestas de los trimestres anteriores, cuando llegaba al 89%.
Por otra parte, los datos muestran que los sectores que más dificultades sufrieron para acceder a los créditos en el tercer trimestre fueron comercio, vivienda, consumo y construcciones. Es que el aspecto más importante que consideran los agentes económicos para definir la situación del crédito sigue siendo el aspecto económico, y aún muchas empresas y personas no logran recuperarse del bajón de sus ingresos a causa de la cuarentena.
Otros factores que dificultan la concesión del crédito son el historial crediticio del cliente (registro moroso) y la falta de información sobre el cliente y proyectos poco rentables. Para los créditos de largo plazo, la limitación está en la escasez de ahorros a largo plazo y falta de garantías.
Para las entidades bancarias y financieras, los sectores más riesgosos para conceder créditos son los de microcrédito para mipymes, esto a pesar de la garantía (Fogapy) y el crédito al consumo, por lo que generalmente presentan tasas más altas de financiamiento.
Rigurosidad frena desembolsos
La rigurosidad en los requisitos que solicitan las intermediarias a los tomadores de créditos sigue frenando muchos desembolsos. Si bien se registra un leve mejoramiento en el tercer trimestre de este año, comparado a los periodos anteriores, todavía un 32% considera que la rigurosidad podría aumentar para los próximos tres meses. La causa de ello sería una menor tolerancia del riesgo por parte de las intermediarias ante el deterioro de las posiciones de balances de empresas solicitantes, considerando que muchas entraron en pérdida por el bajón de sus ventas y finalmente una perspectiva económica pesimista o incierta por la propagación de la pandemia del covid-19, otro factor que incide.