Cargando...
Casi la mitad de los hogares paraguayos no tiene acceso a agua para beber que cumpla con los estándares mínimos de calidad que garanticen la salud, mientras que un 70% de la población con servicio de agua es atendido por prestadores informales, muchos de los cuales no son sostenibles. En varios casos los prestadores ni siquiera cloran el líquido antes de proveer.
Es parte de lo que se desprende del estudio “El servicio de agua y saneamiento en Paraguay”, presentado ayer -vía online- por representantes del Banco Mundial a autoridades del Ministerio de Hacienda y el MOPC.
Además, el informe lanza que la Essap es el prestador por red que tiene el 31% de cobertura con instrumento formal de concesión, existiendo a la par otros 5.000 sistemas sin permiso de prestación y casi nulo control. Entre ellas figuran las juntas de saneamiento, aguateras privadas, comisiones vecinales, y otros.
El 21% de los hogares paraguayos carecen de una infraestructura sanitaria adecuada y entre los más afectados están las zonas rurales, indígenas con niños.
Desde el organismo internacional recalcan que en Paraguay la ausencia y deficiente calidad de los servicios de abastecimiento de agua y de saneamiento generan efectos adversos, estimados en 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB) y que para poder alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la inversión en el sector se debe multiplicar por 9. Desde el Banco Mundial instan a mejorar e incrementar la calidad de la prestación e infraestructura sanitaria.