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Efectivos de la Unidad de Investigación Sensible (SIU), del departamento Antinarcóticos de la Policía y agentes de la Fiscalía nuevamente se constituyeron ayer de mañana en el puerto privado Terport de Villeta, para verificar un enorme contenedor de 40 pies repleto de carbón vegetal, que fue depositado días atrás en el sitio por empleados de la firma Carbosur, perteneciente al empresario Alberto Antonio Ayala Jacquet, de 35 años, dijeron.
Precisamente, Ayala Jacquet es uno de los procesados y encarcelados junto al abogado Cristian César Turrini Ayala, de 49 años, por el fallido envío de 2.906 kilos de cocaína hasta el puerto de Amberes, en Bélgica, que fue detectado la semana pasada en la misma terminal portuaria.
Ante esta situación, los agentes nuevamente se constituyeron en el puerto privado y verificaron minuciosamente el contenedor, bajaron las bolsas cargadas de carbón vegetal las revisaron una por una y luego la volvieron a alzar al vagón. Al final de la jornada no se encontraron indicios de drogas en el contenedor.
Al mismo tiempo, otro grupo de agentes de la SIU, con el apoyo de efectivos del departamento Antinarcóticos prosiguieron con la revisión de otros cuatro contenedores, también cargados carbón vegetal, que están depositados en el puerto privado Caacupemí de la ciudad de Pilar. Estos vagones también tenían como destino Europa, sin embargo, corresponden a una empresa que no está vinculada con los procesados del decomiso anterior, explicó el jefe del departamento Antinarcóticos, comisario principal Osvaldo Ávalos.
La exhaustiva búsqueda emprendida por los agentes se debe a que manejan la hipótesis de que en algún lugar estaría escondido un remanente de los 2.906 incautados la semana pasada. Estas estructuras criminales acostumbran remesar la mercancía en cantidades exactas y aparentemente el cupo de la estructura desbaratada era de 3.000 kilos, por lo que unos 100 kilos de la droga, todavía estaría oculto en algún puerto instalado en la rivera del río Paraguay.
Por otra parte, autoridades del Ministerio Público señalaron que los controles en los puertos privados son muy frágiles, situación que es aprovechada por las estructuras mafiosas para efectuar estos enormes envíos de cocaína desde nuestro país, a distintos puntos del mundo, lo que les genera incalculables margenes de ganancias, informaron.