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Barba comentó que el informe de la Junta Médica para analizar las circunstancias en las que se dio la muerte del niño solicitada por el Ministerio Público los médicos no lograron ponerse de acuerdo y cada uno presentó su propia interpretación sobre el caso.
Recordó que por parte de la querella, se presentó un informe unificado, elaborado por el doctor José Bellasai y el doctor Ánibal Filártiga, quienes coincidieron en las conclusiones del reporte en el que constatan que el fallecimiento del infante se dio por la aplicación de ondansetrón, un medicamento cuya utilización llamó la atención de las autoridades sanitarias por sus efectos adversos. “En la carpeta fiscal ya se te tiene quién mató a Renato”, aseveró.
También indicó que hubo una negligencia médica evidenciada. Denunció que la doctora Laura Sena, pediatra que firmó los reportes médicos del niño, supuestamente aún no contaba con su matrícula en la especialidad cuando ya ejercía dicho labor. “El Migone tenía una pediatra ‘mau’ el día que murió Renato”, apuntó.
El abogado hizo énfasis en que dicha médica recibió su matrícula como pediatra del Ministerio de Salud dos meses después del fallecimiento del pequeño. “Estaba ejerciendo la profesión de pediatra sin todavía serlo”, subrayó.
La doctora Sena no fue procesada por la Fiscalía, hecho que ya fue cuestionado en reiteradas ocasiones por los familiares de Renato.
El abogado además citó otros puntos importantes en la causa, por ejemplo, que la reanimación que le practican al menor luego del código rojo cuando vino el cardiólogo y los médicos de terapia fue correcta, pero ya fue para intentar revivirle.
“La enfermera Ramírez llama mal a codigo rojo. Se tiene que llamar una segunda vez porque ella no sigue el protocolo y no activa el código. Además la pediatra pide ayuda para la intubación porque el ambu ya no le funcionaba a Renato a las 12:36, pero recién 12:40 llega la pediatra de UTI y 12:42 se le intuba. Pasaron seis minutos sin oxigenación porque la pediatra no sabía intubar”, expresa la querella.
En el marco de las investigaciones del fallecimiento del menor en el Sanatorio Migone, el Ministerio Público imputó a los médicos María de Fátima Bastos A., José Manuel Ovando y Óscar Feliciano Cabrera R. por el hecho punible de omisión de auxilio. Estos fueron los médicos presentes en el box de Urgencias del establecimiento al momento de la muerte del niño.
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Los asesores legales del sanatorio Migone señalan que tanto los doctores como los directivos del hospital pusieron a disposición todos los elementos para esclarecer el fallecimiento del menor de dos año y que no hubo falta de medicamentos en urgencias y que había una pediatra de guardia al momento del fallecimiento del menor.
Esta versión es contradictoria a lo denunciado por los familiares del niño que alegan que hubo omisión de auxilio y que las enfermeras tuvieron que “correr” hasta la farmacia externa para traer los medicamentos que precisaba el niño.