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En la mañana de este martes Bernarda Pesoa, lideresa de la comunidad ubicada en la compañía Cerrito de Benjamín Aceval, departamento de Presidente Hayes, denunció que líderes de otras comunidades de su pueblo supuestamente la agredieron por un conflicto que tienen, debido a que ella está en contra de que se realicen plantaciones de eucalipto en tierras indígenas.
De acuerdo con la denunciante, los líderes de las comunidades San francisco de Asis (Alfonso Benítez ) y Cerriteños (Manuel Domínguez) sí están a favor del proyecto y trabajan de la mano de la Fundación Paraguaya. De acuerdo a esta oenegé, se trata de un emprendimiento que traerá beneficios a largo plazo en la comunidad, pues genera renta.
Por su parte, Pesoa y su grupo sostienen que se trata de un monocultivo que les quita la oportunidad de plantar otros alimentos de autoconsumo y renta. Además, afirman que se ignoró la voluntad comunitaria y que no se hizo la consulta previa, por lo que se sienten violentados en sus derechos ambientales.
Además, la lideresa denunció que presuntamente amenazaron con quemar su casa si se seguía oponiendo al proyecto.
En la fotografía que hizo llegar la mujer a los medios se puede observar su rostro golpeado y ensangrentado. Bernarda y su grupo consideran que la plantación de eucalipto traerá consecuencias negativas y creen que genera beneficios económicos para algunos sectores.
“Cada comunidad eligió su proyecto”
Celsa Acosta, representante de la Fundación Paraguaya, aseguró a ABC que siempre han trabajado unidos con el pueblo Qom. “Hay ocho líderes, nosotros trabajamos incluso con la señora Bernarda Pesoa, tengo fotos de ella recibiendo los víveres que llevábamos. Hicimos la consulta libre previa e informada con cada comunidad y cada comunidad eligió su proyecto. Estas comunidades especificas, San francisco de Asis y Cerriteños, eligieron el proyecto de plantación de eucalipto, el proyecto no es nuestro”, explicó Acosta.
Señaló que la metodología de la fundación es empoderar a las comunidades, en este caso con un proyecto de microreforestación en sistema silvopastoril. Agregó que estas dos comunidades, las que desarrollan el proyecto, son las más numerosas de todo el pueblo.
Al ser consultada sobre los motivos por los cuáles la comunidad liderada por Bernarda no está de acuerdo con la plantación, respondió que “ellos creen que es un monocultivo que destruirá el agua, pero no hay razón técnica para sustentar esta creencia”. “Además, pensaban que eso significaría un alquiler de tierras, como hacen los sojeros. Este no es el caso, los indígenas son los propietarios del proyecto y los que reciben el beneficio”, afirmó Celsa Acosta.
Niegan que sea monocultivo
Resaltó que no existe la posibilidad de que la plantación de eucalipto sea un monocultivo, pues la fundación apoya la diversificación de los cultivos de autoconsumo y de renta. “Estamos realizando proyectos de apoyo, capacitación y entrega de semillas, herramientas de insumos, cañerías para el agua, etcétera”, dijo.
Entre otras ventajas, citó que este trabajo de plantación “es un ahorro a largo plazo, las familias ahora están recibiendo los pagos por los trabajos que realizan, el alambrado, el control de hormigas, todo eso lo hace la comunidad”. “Están aprendiendo reforestación, se capacitan, a través de la renta van a comercializar el producto de esa plantación”, mencionó.
Aseguró que la plantación de eucalipto es rentable y que “además, es un sistema para disminuir la presión sobre los bosques nativos”.
Según Acosta, “el beneficio económico se produce a través de la producción de madera que se puede vender a las madereras, y también a través de la venta de las hojas para la fabricación de aceites esenciales, en este momento de auge de las esencias y vapores de eucalipto”.
Lo deben resolver entre ellos
En cuanto al episodio de violencia en el que la lideresa fue golpeada, afirmó que la fundación no está involucrada en ese conflicto y que lo deben resolver al interior de la comunidad. “Queremos que se pongan de acuerdo entre ellos. De nuestra parte hay predisposición para dialogar, sentarnos a mostrar documentaciones, aclarar cualquier duda”, enfatizó.
“Deslindamos responsabilidades en cuanto a los sucesos de violencia que hayan ocurrido. Tal vez el motivo de la oposición esa el desconocimiento de los acuerdos. Nosotros siempre invitamos a Bernarda Pesoa a participar de todas las reuniones por nota, ella viaja mucho, es representante de varias organizaciones nacionales o tiene congresos, y muchas veces no se encuentra en la comunidad”, comentó Celsa Acosta.
La Fundación Paraguaya está presente en la cercanía del territorio Qom desde el 2003, con la Escuela Agrícola San Francisco.