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La fiscala Stella Mary Cano señaló que para el Ministerio Público “no cabe duda” de que Bruno Marabel cometió feminicidio en contra de su esposa Dalma Rojas, por lo cual ratificó la acusación en ese sentido. También lo acusan del homicidio doloso de sus suegros Elba y Julio Rojas, además de sus hijastros de 4 y 6 años.
Durante el juicio oral y público, la fiscala indicó que solicitan la pena máxima de 30 años, más 10 como medida de seguridad, tal y como lo había anunciado anteriormente durante el desarrollo del juicio, reportó el periodista Carlos Ortega.
“Es un peligro para la sociedad y, por las evidencias que tenemos, él podría reincidir en su conducta criminal”, manifestó Cano durante la presentación de sus alegatos finales. Agregó que la Fiscalía no cree que sea una pena justa, pero la ley les impone y limita. “Para nosotros, esta pena máxima no es la justa para Bruno Marabel, por los hechos que cometió”, añadió.
El acusado fue abordado por la prensa luego de la declaración de la Fiscalía y solo se limitó a manifestar su desacuerdo por las publicaciones de la prensa, sin brindar más especificaciones.
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Luego de un receso, la Fiscalía debe presentar los alegatos finales contra Araceli Sosa, la otra acusada en el marco de las investigaciones por el quíntuple homicidio ocurrido en la conocida como “Casa del horror”, entre el 29 de setiembre y el 2 de octubre del 2018.
A continuación, en el marco del desarrollo de este juicio oral, también deben hacer la presentación de sus alegatos finales las defensas de ambos acusados.
Recordemos que durante su declaración indagatoria, Marabel solo había admitido el homicidio de su suegro, puesto que -según sus afirmaciones- fue este último quien asesinó a toda su familia e intentó atacarlo a él también. “Yo lo asesiné a él porque me arrebató a toda mi familia e incluso me atacó a mí. Quiso terminar también conmigo por eso yo lo asesiné”, había asegurado en esa ocasión.
En el caso de Araceli Sosa, su abogada había asegurado que su cliente colaboró con la Policía para aprehender al presunto asesino, lo cual fue confirmado por efectivos policiales. La joven fue acusada por haber ayudado a vender las pertenencias de la familia luego del horrendo crimen, pero aseguró desconocer el hecho.
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Por este caso, el Ministerio Público también imputó a Alba Armoa Núñez, por frustración a la persecución y ejecución penal y omisión de dar aviso de un hecho punible. Sin embargo, la misma aceptó someterse a un procedimiento abreviado y fue condenada a dos años, pero con suspensión de la ejecución de la pena, y debe cumplir reglas de conducta. El otro imputado, Marcelo Sosa, fue beneficiado con el sobreseimiento definitivo.
Recordemos que el hallazgo de los cuerpos se produjo el 8 de octubre de 2018, tras la denuncia de vecinos sobre el mal olor que expedía la vivienda de la familia, ubicada sobre la calle Oliva casi Montevideo, microcentro de Asunción.
Cerca de las 17:00 de ese lunes fue encontrado el primer cuerpo, el del señor Julio, quien fue enterrado cerca de la puerta de la vivienda que da a la calle Oliva, cubierto con cal, cemento, ropas y hojas de papel.
Más tarde, la Policía informó del hallazgo de otros tres cuerpos enterrados en el baño ubicado detrás de la casa. Como ya tenían la información de que se trataba de los miembros de una familia, procedieron a buscar otro cuerpo: el de un niño.
Ya en horas de la noche hallaron el último cadáver en una fosa en el patio trasero que funcionaba de estacionamiento. Todos los cuerpos fueron rociados con cal para acelerar el proceso de descomposición.
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