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ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa, corresponsal). El detenido fue identificado como Fernando Araújo Ibarra (36). El mismo fue capturado por los investigadores del caso en la tarde del miércoles último y luego de un interrogatorio admitió haber ultimado a los desaparecidos, dos horas después de secuestrarlos, el domingo 11 de octubre.
De su poder incautaron una pistola Beretta calibre 9 milímetros, dos celulares, tarjetas Simcard y un automóvil Toyota Premio.
Durante el interrogatorio, Araújo Ibarra reconoció que atrajo a las víctimas a una emboscada y los mataron antes del mediodía de ese domingo. Afirmó que supuestamente estuvo obligado por un poderoso narcotraficante que quería cobrar una deuda que Bareiro Vargas contrajo con él hace tiempo.
El autor confeso también dio referencias del lugar donde fueron enterrados los cuerpos de los dos hombres raptados: una zona boscosa de la compañía Morotîngue del distrito de San Pedro del Paraná, distante a unos 85 kilómetros al norte de la capital departamental de Itapúa.
Los cuerpos sin vida de Rigoberto Bareiro Vargas (33), contra quien había orden de captura por narcotráfico, y de su sobrino y chofer, Diego Daniel Osorio Acuña (25), fueron encontrados el miércoles último alrededor de las 21:00, por la comitiva fiscal-policial que investiga el caso, encabezada por la agente de la Unidad Especializada Antisecuestros, Zunilda Ocampos Marín.
Los cadáveres estaban enterrados en una fosa común, luego de ser asesinados con disparos de armas de fuego.
Rigoberto Bareiro Vargas era hermano del capo narco Wilfrido Bareiro Vargas, alias “Peloncho”, detenido por la Senad en 2018.
Ambos comandaban una estructura dedicada a traficar marihuana y cocaína a Argentina, Uruguay y Chile, según los datos policiales.