Este miércoles se celebró una reunión entre autoridades estatales y de la Iglesia con el objetivo de delinear los planes para la festividad de la Virgen de Caacupé en un año en que la pandemia de covid-19 hace que reuniones masivas de personas como las que se registran en esa ciudad cada diciembre sean particularmente peligrosas.

En comunicación con ABC Cardinal, monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de Caacupé, aseguró que la misa central de la festividad, celebrada cada 8 de diciembre por la mañana reuniendo a decenas de miles de personas alrededor de la Basílica de Caacupé, se realizará en la explanada del templo como todos los años, pero solo se dará cabida para asistencia presencial a unas mil personas.

Además, indicó que las peregrinaciones “grandes” de grupos organizados como agrupaciones de jóvenes, indígenas o ciclistas se suspenderán, pero los peregrinantes “en pequeños grupos no hay problema, pero hay que agendar”.

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Sobre ese sistema de agendamiento, el obispo Valenzuela no dio detalles, limitándose a decir que la forma en que funcionará “vamos a ir viendo”.

La doctora Adriana Amarilla, directora general de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud Pública, comentó que el agendamiento será obligatorio para la peregrinación y el acceso a la ciudad, y que se realizarán controles en varios puntos de los caminos hacia la “capital espiritual”.

“Acá estamos hablando de responsabilidad, de un grupo que responde a la verticalidad de la Iglesia, el mensaje de la Iglesia va a ser muy importante para la autorresponsabilidad”, agregó la doctora Amarilla.

Durante la reunión se decidió que personas mayores de 71 años de edad y niños menores de 12 años no podrán peregrinar. La corresponsal de ABC Color Desiré Cabrera informó ademas que en las rutas de peregrinaje este año no habrá puestos de asistencia médica para los caminantes.

“No quiero decir que nos van a quemar vivos, pero...”

Consultado sobre la posibilidad de suspender la festividad ante el peligro de un contagio masivo de covid-19 que una aglomeración masiva de personas como la habitualmente registrada en Caacupé supone, el obispo Valenzuela dijo que “suspender va a ser difícil, prácticamente imposible”.

“Si nosotros suspendemos, no quiero decir que nos van a quemar vivos, pero por ahí va la cosa”, dijo el religioso.

En ese sentido, el monseñor dijo que se estudia un peregrinaje de la figura de la Virgen de Caacupé a todas las diócesis de todos los departamentos del país durante 2021.

“Que la Virgen salga a hacer su peregrinación, como que la madre va a visitar a sus hijos; eso va a servir mucho para mermar el deseo de que la gente quiera venir”, estimó.