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En la acusación contra Gulino por homicidio culposo y omisión de auxilio, el abogado Ricardo Preda pone en tela de juicio las pericias realizadas, que concluyen en la imprudencia del peatón al cruzar.
“(...) el perito Rotela concluye una velocidad mayor pero una menor distancia de despido del peatón con relación al impacto (ver fojas 16 de su informe). Mientras Recalde, a menor velocidad, señala una distancia mayor de despido. En síntesis, según Rotela, la velocidad era 59.07 km/h y el impacto arrojó a Nicolás a 22.5 metros; por otro lado, Recalde señaló que la velocidad era de 55.91 km/h y que el cuerpo terminó a 25.2 metros. Nótese que las conclusiones son ilógicas y, además, omitieron considerar que la velocidad al llegar a un cruce de calles debe ser reducida por debajo de la máxima permitida (art. 18 Ordenanza 479/10)”, señala.
Destaca que Fernández tenía preferencia y Gulino estaba obligado a reducir la velocidad.
La familia cuestiona además que la Fiscalía no consideró que la prueba del alcotest practicada a Mauricio Gulino arrojó un resultado del 0,04.