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Vera explicó que la importación se dificulta por dos motivos: la recepción de series viejas de dólares americanos que son susceptibles de ser falsificadas y los problemas para exportar los billetes a raíz de las limitaciones impuestas en la Ley 6588, que limita las comisiones para estas transacciones en un límite del 1% del valor de la transacción.
Detalló en conversación con ABC que eso causa otro problema: los bancos no tienen dónde almacenar los billetes, lo que supone un costo adicional para guardar los caudales.
Para Vera, el peor de estos dos problemas es la limitación impuesta por esta ley promulgada el pasado 31 de julio. Como el documento aún no tiene una reglamentación (que aún no la hizo el Banco Central del Paraguay), los bancos no pueden almacenar los billetes en el BCP, como dispone la ley en general.
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“Hoy no podemos exportar ningún billete (…) No tiene mucho que ver con estos billetes. Estos billetes con controversia ya tienen varios años, esas dificultades ya tienen varios años. El BNF hace más de 12 meses publicó cuáles eran las restricciones, en el mercado, se prefiere a los billetes nuevos que tienen más medidas de seguridad”, afirmó Vera.
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El presidente de Asoban añadió que “la restricción de exportación afecta al sistema hace mucho tiempo. El costo de conservación de los caudales es muy elevado. Se está trabajando en la reglamentación de esa ley que aún no está lista”.
“Los bancos tenemos crecientes problemas porque recibimos los billetes de los clientes con una comisión que está definida por una ley que implica la regulación y está generando pérdidas para los bancos. Lo concreto es que la falta de formalización de estas operativas está generando muchas limitaciones”, lamentó.
Dinamismo demorado
En relación a la economía local, el titular de Asoban dijo que en esta época del año el movimiento tiene mucha relación con la cosecha de soja y la continuidad de las obras públicas. En el caso del aspecto agrícola, la siembra de la soja está retrasada por la sequía. Sin embargo, esto podría cambiar pronto.
“Eso (la cosecha) podría influir en un menor dinamismo. Ayer, en la zona de Itapúa, hubo lluvias (…) Ese dinamismo se podría decir que está demorado”, argumentó.
En otro momento, dijo que esta dinamización mucho dependía también de las “expectativas de la ciudadanía”. Explicó que esto se trata de lograr una suerte de mayor certidumbre en la población y dijo que la flexibilización de la cuarentena, como se está haciendo, es imperativa para que la economía se movilice.
“La reactivación económica ya no depende de un estímulo monetario. Hay muy buena condición de liquidez. Estamos preparados para conceder créditos, pero el problema es que no hay demanda suficiente”, concluyó Vera.