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El doctor Gustavo Melgarejo, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, manifestó que la pandemia del COVID-19 tuvo repercusión a nivel mundial en el ámbito de las donaciones de órganos, igual que en nuestro país. “Lo que se puede destacar es que nuestro sistema de salud se adaptó a este nuevo desafío, ya que se establecieron nuevos protocolos y analíticas, pues dentro de la evaluación de un donante en Paraguay, ahora se hace el test de COVID-19 tanto al donante fallecido como al receptor y todo eso tiene que estar en un máximo de seis horas”, manifestó el profesional.
“Nuestra ley establece que todos somos donantes. A menos que en vida haya firmado su oposición a la donación. Si la persona no quiere ser donante, eso se respeta. En Paraguay, según el registro oficial, son 150 las personas quienes manifestaron negarse a la donación, la mayoría son mayores de 55 años, de ascendencia extranjera”, indicó.
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“Este año tuvimos dos trasplantes cardiacos pediátricos, cosa que es infrecuente según nuestras estadísticas, además de otros 50 trasplantes. Esta pandemia redujo la oferta de donantes por la ocupación de camas de terapia intensiva por los casos respiratorios, así como las salas de reanimación, que son los lugares donde nosotros somos operativos”, explicó Melgarejo.
En cuanto a la necesidad a nivel mundial, y también en nuestro país, el doctor señaló: “La oferta mundial llega al 10% del requerimiento de la población por enfermedades catastróficas. Paraguay tiene un camino largo por recorrer. El año pasado terminamos con una tasa histórica de 4 donantes por millón, que son 28 donantes, ya es una cifra histórica”, apuntó.
“España lidera a nivel mundial con una tasa de 45 donantes por millón. Es el sistema de salud mejor organizado en esta temática y justamente es ese modelo el que estamos implementando a nivel país. El año pasado hicimos modificaciones en la propia ley y esas modificaciones permitieron que el sistema siga activo, ya que permite la interacción entre todos los sistemas de salud tanto el público, privado como la seguridad social”, añadió.
Melgarejo destacó el factor humano, la conciencia de la ciudadanía, el personal médico y preparación médica para los trasplantes, pero también habló sobre los puntos negativos de la situación a nivel país. “Lo que faltaría mejorar es el acceso a la lista de espera. Hoy en día tenemos 66 personas en lista de espera para donación de órganos, 124 para córneas y además es necesario fortalecer los hospitales públicos, ya que tenemos solo 7 hospitales habilitados para trasplante a nivel país”, dijo.
“Cuando hay una negativa, se pierde una oportunidad de salvar varias vidas. Un donante puede beneficiar a 20 vidas o más”, recalcó.