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La Colectiva Rosa Luxemburgo integrada por mujeres estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA (FACSO-UNA) viene trabajando desde el 2017 en un protocolo contra toda forma de violencia en las universidades. Dicho protocolo fue presentado el año pasado en el Consejo Superior Universitario (CSU) y hasta hoy no tiene ninguna respuesta.
Mauren Coronel, estudiante de la carrera de Trabajo Social de la FACSO e integrante de la colectiva Luxemburgo, manifestó que vienen impulsando una campaña para la aprobación del protocolo denominada: “Por UNA educación sin violencia”, que pretende visibilizar el protocolo con perspectiva de derechos y enfoque de género, sensibilizar a la comunidad educativa y a la sociedad sobre el fenómeno de la violencia en las universidades estableciendo mecanismos que respondan y atiendan los casos ocurridos dentro del contexto académico.
“Los hechos de violencia en el campo universitario ocurren tanto como en el resto de la sociedad, desde hostigamiento pasando por acoso sexual, violencia psicológica por parte de docentes y estudiantes, violaciones sexuales inclusive, no en el predio de la facultad pero sí en otros espacios. Existe una constante discriminación por orientaciones sexuales distintas o por diferencias políticas. No solo hablamos de violencia física sino también de violencia psicológica. No hay una solución directa o un mecanismo de prevención o castigo, las salidas generalmente son los escraches sociales en las redes o dentro del campo universitario que al final sirve para visibilizar la violencia sufrida, pero no para sancionar. Los escraches sociales sirven para cuidarnos entre nosotras, entre los estudiantes, pero no para evitar que vuelvan a suceder. Por eso es importante tener un protocolo que sancione a los victimarios y que proteja a las víctimas”, explica Mauren Coronel.