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–¿Le notificaron cuáles fueron las causales de su suspensión?
–No me notificaron nunca. No hay un escrito de acusación, directamente ellos presentaron un proyecto de resolución donde decía suspender por 60 días sin goce de dieta. La sentencia ya estaba escrita antes del juicio, porque yo no sabía que iba a ser acusada. En sus discursos decían que era por el día en que dije que había gente con dinero sucio, en un momento dado el diputado (Basilio) Núñez dijo que inclusive era causal de pérdida de investidura.
–Sus colegas le sancionaron por inconducta.
–Yo no tengo una conducta inapropiada, yo no pedí a la Policía que liberen el auto de un narcotraficante, yo no pedí a ningún juez que obre de tal o cual manera en un caso, esas son conductas, yo vertí una opinión.
–¿Se violentó el artículo 191 de la Constitución Nacional sobre la inmunidad de palabra que tiene un parlamentario?
- Sí, se violentó una garantía constitucional que es el artículo 191 de las inmunidades, que está en nuestra Constitución desde 1870, no registra la historia otro diputado que haya sido sancionado por sus opiniones, y la inmunidad protege la función parlamentaria. La inmunidad es para que sus dichos, sean o no ciertos, no sean causal de un juicio o sanción en su contra.
–¿A partir de su suspensión, qué le depara a la oposición en la Cámara de Diputados?
–Si se hacen valer las mayorías, si 47 personas pueden decidir quién se calla y quién habla, y qué decís, que es lo que hicieron, corren el riesgo todos los demás colegas. Si hacen valer el poder de 47 votos por sobre la Constitución Nacional con un colega que tiene inmunidad, qué sería si esa mayoría pretende trascender las puertas de la Cámara y va para afuera, ahí corre el riesgo la libertad de expresión, tan defendida y peleada que costó vidas, quién te dice que con ese mismo criterio se calle a la ciudadanía, se calle a la prensa, eso es lo grave. No es tan grave mi sanción que pasa en dos meses, lo grave es que se instale como práctica.
–¿Cómo ve que sus propios correligionarios hayan dado quorum y hayan votado por su suspensión?
–Creo que ellos votaron en mi contra por una cuestión de antipatía personal o pasándome factura por las veces que yo he criticado, y reconozco que muchas veces he actuado con dureza. En el caso de (diputado Carlos) Portillo, yo argumenté y voté por su pérdida de investidura, en el caso de Esmérita (Sánchez) siempre estamos chocando por las pensiones graciables, en el caso de Édgar Ortiz hay una antipatía personal, de los otros no sé. Ellos no dimensionaron que lo grave era violar la Constitución y atentar contra estas garantías y derechos, ellos se fueron contra mí, con lo cual les estoy dando un perdón. Cuando me enteré de que se les quería sancionar, llamé a Efraín Alegre a pedirles –a los directivos partidarios– que no se les sancione ni expulse porque sería profundizar la fractura del partido en un momento en que tendríamos que prepararnos para el 2023.
–¿Cree que se arrepienten de sus votos?
–No sé si arrepentir, porque eso sería un capitis diminutio (disminución de la capacidad) para ellos, pero sí pueden rever su posición desde el momento en que entiendan que la víctima no soy yo, sino –pensar– en esa enorme reacción de la prensa en contra de la suspensión y de la indignación que provocó. La gente entendió la gravedad de votar en contra de garantías constitucionales que nos protegen a todos, porque la inmunidad del parlamentario también la usa el pueblo, porque gracias a esa inmunidad pudimos entrar al aeropuerto a descubrir ese negociado de los insumos. También es grave que no se me haya dado el derecho a la defensa y al debido proceso.
–No fue un juicio político, decían sus colegas de la mayoría.
–No puede ser instrumentada ninguna sanción administrativa, penal, civil, sin el debido proceso, sea cual fuere la causal o el instrumento. El hecho de que no haya notificación previa invalida el acto y la sanción, motivo por el cual el partido y yo consideramos que fue nula, el miércoles debería seguir en mi banca porque en puridad no surte efecto.
–¿Va a accionar?
–Sí, el lunes (mañana) presentamos una acción de inconstitucionalidad ante la Corte.
–¿Qué cree que fue lo que más molestó a sus colegas. Sus dichos sobre el ingreso de parlamentarios con dinero sucio?
–O se pusieron el saco, o fueron varias de las denuncias que yo ya hice al respecto, y lo que menos creo es que haya una orden, ¿pero fue tan importante para que el señor Cartes se acuerde de mí?
–El diputado Basilio “Bachi” Núñez dijo en un momento que le daban una salida “decorosa” con una suspensión y que en realidad ameritaba una expulsión. ¿Cree que la sacarán finalmente del camino?
–Ellos pueden plantear cualquier cosa, ya vimos que mandan Bachi Núñez y los votos, pero si no se le puede sacar a Ulises Quintana, Miguel Cuevas, no sé que tendría que hacer yo para que pierda mi banca. Una pérdida de investidura es por uso indebido de influencias, yo no estoy usando mi influencia ni para salir en sociales del diario.
–¿Cree que se está normalizando que tengamos representantes y políticos financiados con dinero sucio o que tengamos parlamentarios vinculados al narcotráfico?
–Sí, claro que se está normalizando, hemos tenido y seguimos teniendo intendentes narcos, y con la plata y con la experiencia que adquieren luego vienen de diputado como fue el caso de Chicharõ. No solamente la plata narco es la plata sucia, la plata sucia es también la que viene de un líder que te financia tu campaña y luego te exige votar en lo que a él le interesa. La plata sucia también viene de las coimas de las licitaciones públicas, para los que hayan sido ordenadores de gastos, para quienes hayan sido gobernadores, intendentes, ministros que hemos visto en sus declaraciones juradas que comenzaron con nada y terminaron ricos y casualmente están en un escaño parlamentario. La plata también es sucia cuando un empresario te pide que hagas leyes a favor de su sector. Hay muchas formas de ensuciar el dinero en una campaña.
–¿Los diputados tienen muchas oportunidades para vender sus votos?
–Desde 1998 al 2003, mi esposo Franklin “Anki” Boccia fue diputado, voy a hablar de esa época, para que nadie se sienta aludido, en esa época contaba él que G. 2 millones era el precio para ciertos votos y G. 5 millones para otros votos, y tengo los nombres de la época. Desde entonces ha sido un secreto a voces que algunos venden y cambian sus votos, dicen, por dinero, no lo hacen delante mío, pero eso se dice. Ahora no es mi labor probar, investigar y dar nombres, quienes tienen que investigar son los órganos que existen para ello a partir de estas denuncias que hay.
–¿Cree que la Cámara de Diputados representa algo los intereses de la ciudadanía?
–Lo que se ve es que ellos todo el tiempo están tratando de defenderse de la prensa y del pueblo, entonces nosotros no tenemos que hablar mal de nosotros mismos, tenemos que cuidarnos, entonces se apela mucho al espíritu de cuerpo. Ellos creen que la prensa y la opinión pública son los enemigos. Siempre les digo que no es un club de amigos.
–Desde el inicio del periodo parlamentario los diputados han dado muestras de actitudes corporativistas, blindaje a sus colegas con procesos judiciales y respaldo a leyes que van en contra de la transparencia. ¿Cree que más casos puedan generar un estallido social?
–Yo creo que sí, el paraguayo se calla, parece que aguanta todo, y de repente hubo un Marzo Paraguayo y lo teníamos a Cubas en un avión y lo teníamos a Lino Oviedo prófugo y a González Macchi en la Presidencia, y fue la ciudadanía, eso es muy reciente (...). Las furias ciudadanas fueron producto del abuso del Parlamento. Varias veces dije en la Cámara esto va a terminar mal y Dios quiera que no haya un tercer Marzo Paraguayo.
–¿No dimensionan?
–No dimensionan el nivel de desprestigio que tenemos, el desprecio que nos tiene la ciudadanía. La Cámara de Diputados es la Cámara de los comunes, no entienden eso los parlamentarios y el pueblo tampoco entiende, porque estamos generando una repulsa ciudadana al Parlamento, y es grave porque si el Parlamento llega a cerrarse vamos a estar en la dictadura que no tuvimos ni con Stroessner y te digo: estos hicieron algo que ni Stroessner se animó. Stroessner fabricaba leyes para reprimir, apresar, torturar, allanar casas sin orden de un juez, nos dejaban incomunicados 30 años como el caso Napoleón Ortigoza y otros, tenía un fiscal general del Estado que fabricaba pruebas y en virtud a esas pruebas el paraguayo iba a un juicio, donde había jueces que encontraban ciertas las pruebas y los testigos y así la gente iba presa. Stroessner fabricaba los instrumentos para no decir que violaba la Constitución, tenía un mínimo cuidado, y fabricaba elecciones, ahora hacen trampa en las elecciones sin asco, violan la Constitución sin asco, violan las garantías constitucionales, prohíben el derecho a la defensa, el debido proceso, ni Stroessner se animó a tanto.
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