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Unos 400 uniformados, entre agentes del Grupo Especial de Operaciones, Agrupación Especializada de Asunción, Montada y Personal de diferentes comisarías del Alto Paraná, acompañaron a la fiscala Natalia Montanía para cumplir el cese del hecho punible.
El primer operativo tuvo lugar en la parte posterior de la propiedad donde estaban instalados, bajo precarias carpas, unos 80 presuntos campesinos que desde el año pasado presuntamente hostigaban, sistemáticamente, a los trabajadores del establecimiento agrícola y forestal.
El ambiente se puso tenso cuando los autodenominados sintierras derribaron con palo el dron de la policía, por lo que todos fueron reducidos y luego individualizados.
Finalmente, la fiscala Montanía dispuso la detención de los presuntos cabecillas identificados como: Benjamín Cuenca Morel, Gerónimo Fabián Gutiérrez Arguello (con orden de captura por invasión de inmueble), Marcial Acosta Garayo, Carmelo Montiel Ruiz Díaz, Wilson Cubas Peña, Wilson Acosta Garayo, Arcadio Flores López, Jafet Derlis Colmán Dávalos, Teófilo Fariña Ferreira (con prohibiciones varias por incumplimiento del deber legal alimentario) y Joel Galeano Colmán.
Luego, el contingente policial se trasladó hasta otra parte de la extensa propiedad invadida por aproximadamente 30 indígenas de la parcialidad Ava Guaraní, para dar cumplimiento a la orden de interdicto de recobrar la posesión del inmueble, firmada por la jueza Ana Cristina Ávalos Fernández. Allí, los nativos abandonaron pacíficamente la finca.
La propiedad cuenta con una extensión total de 1.501 hectáreas y fue adquirida en el año 1996. El conflicto con los campesinos se inició el año pasado, ya que estos alegan que hay excedentes de tierra, que fue descartado por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT).