El fiscal Adriano Rienzi, encargado de las investigaciones pertinentes al accidente en el que falleció Nathalia Noemí Godoy (29), una joven mamá, el pasado domingo en Fernando de la Mora, confirmó a ABC Cardinal que la conductora del vehículo que arrolló la parada de ómnibus dio positivo a las pruebas de alcoholemia que le hicieron en un hospital privado. “El resultado a alcoholemia dio positivo, un nivel bajo pero positivo. Acá hay una responsabilidad administrativa de tránsito y legal, faltas gravísimas. Yo imputé ayer porque aún no tenía este resultado”, expresó.

Los resultados de las pruebas de alcoholemia practicadas a la conductora fueron entregadas al fiscal este martes.

Conforme a las declaraciones del agente del Ministerio Público, se analizará y se buscará jurisprudencia para determinar una posible ampliación a la imputación a homicidio por dolo eventual. “Tengo que ir analizando el caso, la figura por dolo sería difícil pero no imposible; escuché varias versiones, el velocímetro de la camioneta depende de la pericia técnica”, manifestó.

Con relación a la velocidad en la que Romero Cantero circulaba en la zona, el fiscal explicó que hasta el momento no tiene la información sobre el tema y que tampoco está en conocimiento de la marcación del velocímetro al instante del accidente. “El velocímetro no sé si está destruido o no, no sé si es digital o analógico, reventó el airbag, la camioneta está en la comisaría”, señaló.

Florencia Noemí Romero Cantero (22) fue imputada por la Fiscalía por “homicidio culposo” y “violación de la cuarentena sanitaria”. El fiscal Rienzi pidió para la misma arresto domiciliario.

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En un análisis de las circunstancias en las que se dio el accidente, el abogado penalista José Casañas Levi señaló que establecer un posible dolo eventual en un accidente de tránsito es complejo y que se deben analizar punto por punto casos de jurisprudencia y lo que está detallado en el Código Penal. “El dolo eventual es complejo, hay por lo menos cuatro teorías al respecto, todo se discute en la doctrina, no es sencillo, hay categorías y la que considero más lógica, es la actitud temeraria”, acotó.

Explicó que existe una diferencia entre el ilícito doloso y el culposo. “Hay ilícito doloso y culposo, en el doloso el autor quiere que ocurra, lo busca y quiere el resultado, mientras que en el culposo se infringen reglas al pasar algo y no es el fin específico”, indicó.

Mencionó que a su criterio lo que se puede aplicar en este caso en particular es la actitud temeraria. “En la conducta temeraria ya se pasa de la imprudencia, pasa con el exceso de velocidad, manejar alcoholizado, descuidar a alguien sin saber lo que estaba haciendo”, expresó.

Igualmente, resaltó que los diferentes grados de ebriedad se sancionan conforme al nivel de intoxicación de la persona que comete el ilícito. “El comprobar (la ebriedad del conductor) no lo convierte en autor doloso eventual, se deben comprobar categorías, no en todos los casos es igual”, manifestó.